El Consejo General del Trabajo Social condena los asesinatos del 13N en Paris

Los Derechos Humanos y Sociales, así como los valores democráticos y de respeto a la legalidad internacional son los elementos más poderosos para garantizar que todas las personas, independientemente del lugar de residencia, nacionalidad o religión, puedan construir un proyecto vital en el que no tenga cabida la barbarie ni la sinrazón.

Combatir el sufrimiento de cualquier ser humano originado por los conflictos armados o el terrorismo en cualquier lugar del mundo ha de ser una prioridad para los Gobiernos y las organizaciones Internacionales. No basta con pronunciamientos de buenas voluntades. Hay que actuar con firmeza mediante el diálogo y el respeto a los tratados internacionales y a las identidades de cada pueblo.

Los y las trabajadoras sociales decimos NO a la violencia, venga de donde venga. Y reclamamos respeto permanente a los Derechos Humanos y trato digno para todas y cada una de las personas. En este mundo globalizado no tienen cabida las atrocidades y barbaries en nombre de nadie ni de nada, ni por motivos religiosos, ni criterios economicistas. Exigimos más cooperación y menos violencia.

Como trabajadores y trabajadoras sociales, mantenemos nuestro compromiso con el desarrollo sostenible de todas las comunidades del mundo. Desde esta profesión sabemos muy bien que la dignidad, la libertad y la igualdad entre los seres humanos son principios básicos e inalienables. Sabemos que sólo desde la convivencia pacífica, el respeto constante a derechos y libertades, la integración social y la justicia social, construiremos entre todos y todas un mundo más justo y más ético