El Col·legi de Treball Social reclama al Consell que el nuevo modelo de Servicios Sociales se adapte a la realidad de Castellón y cohesione la provincia
El organismo pide que se tenga en cuenta la dispersión geográfica y el número de pueblos pequeños para combatir el desequilibrio actual en el acceso a recursos en Castellón.
El colectivo urge más profesionales del trabajo social para frenar la precariedad.
Castellón, 12/11/2016.- El Col·legi de Treball Social de Castelló (COTS) reivindica que el nuevo modelo de Servicios Sociales que prevé el Consell surgido del Pacte del Botànic tenga en cuenta las características territoriales de la provincia, como la dispersión poblacional y el volumen de localidades pequeñas. También reclama que garantice la cohesión y la financiación para un acceso igualitario al Sistema de Servicios Sociales “independientemente de dónde se resida”.
Estas son algunas de las líneas que los representantes del organismo colegial pondrán sobre la mesa el 18 de noviembre en Valencia en la I Jornada Autonómica Un nou model de serveis socials de la Comunitat Valenciana, organizada por los colegios de trabajo social de las tres provincias junto a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.
“Del mismo modo que en las ciudades se fijan barrios de acción preferente, en función, por ejemplo, del nivel sociocultural de su población, es necesario que el nuevo modelo de Servicios Sociales que quiere implantar el Gobierno valenciano considere cómo es nuestra provincia y se adapte a su realidad”, explica el presidente del COTS, Jaume Agost.
“Tenemos una dispersión geográfica innegable, y con muchas poblaciones de entre 100 y 500 habitantes en el interior, donde se concentran 118 de los 135 municipios de la provincia, a cuyos vecinos hay que garantizar un acceso a la atención social de calidad; actualmente existe una implementación desigual de los servicios sociales en nuestro territorio que ha respondido más a decisiones políticas que a criterios técnicos, porque se han formulado desde una perspectiva centralista y de ciudad, sin tener en cuenta la idiosincrasia de las zonas rurales”, señala.
Ese desequilibrio fruto de la dispersión geográfica la sufren, de manera especial, las personas con discapacidad, “porque en las poblaciones de interior las ratios de estos colectivos son tan pequeñas que no alcanzan el mínimo para implantar determinados servicios, y ello les lleva a tener que desplazarse largas distancias para recibir atención sociosanitaria”. “En el tema de ratios, Castellón es particular y no pueden barajarse los mismos baremos”, advierte el COTS. “Ahora se presenta una oportunidad con el nuevo modelo de reformular los servicios y programas de atención social y que se puedan implementar en toda la Comunidad”, apunta el presidente de la entidad.
Para el Col·legi las soluciones a ese desequilibrio, que deberían tenerse en cuenta en el diseño del nuevo modelo del Consell, pasan por hacer un diagnóstico sociosanitario integral de la provincia, por descentralizar el actual sistema, “para llegar a cada población”, y por incrementar el número de profesionales del trabajo social en los equipos de atención primaria.
Una trabajadora social para diez poblaciones
En este sentido reconocen la “precariedad” en los municipios del interior y urgen que el nuevo modelo reconozca la necesidad de implementar una nueva zonificacion, un mayor número de profesionales y más medios técnicos, como plataformas intranet. “Una trabajadora social llega a atender diez poblaciones que, además, están bastante separadas entre sí; pero el cúmulo de trabajo es una constante también en el entorno urbano, y ello impide hacer un trabajo multidisciplinar y un abordaje integral de los casos”, indica Jaume Agost.
En el acceso igualitario a los recursos juega un papel “clave” la implantación de un transporte público eficiente, sobre todo del adaptado, que evite situaciones “como los tres cuartos de hora que algunos usuarios invierten para llegar a un recurso de atención primaria”. También establecer un servicio de ayuda a domicilio que responda a las necesidades de cada persona y le permita seguir viviendo en su entorno habitual de la forma más autónoma posible. “Este debe ser un objetivo irrenunciable para el nuevo modelo”, matizan.
Por último, desde el Col·legi apuntan a la necesidad de implantar la figura de las y los trabajadores sociales como profesionales de referencia, “igual que en medicina o enfermería”, lo que permitiría “disponer de un cupo de pacientes y universalizaría la atención en condiciones más igualitarias”.
La falta de modelo ha supuesto “crear unos servicios sociales a salto de mata”. “No hay un sistema fuerte que los convierta en el cuarto pilar del estado del bienestar, junto al sanitario, el educativo y el de pensiones”. En definitiva, concluyen, el nuevo modelo de Servicios Sociales del Consell “tiene que venir sustentado no sólo por una nueva ley, sino por un marco legislativo autonómico y nacional que garantice un acceso igualitario al sistema social de toda la población y una correcta financiación”.
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