Entrevista Día Mundial de la Salud: “No reconocer a las trabajadoras sociales como profesionales sanitarias es no reconocer que lo social forma parte de la salud”
Inmaculada Navarro, trabajadora social sanitaria y colegiada del COTS Castelló, detalla la aportación e intervención del Trabajo Social en el sistema sanitario y los retos que aún quedan pendientes para visibilizar esta labor
Castelló, 7 de abril de 2023.- Inmaculada Navarro Fernández lo tiene claro: la relación entre Trabajo Social y Salud debe basarse en el trabajo en red y ser “siempre interdisciplinar”, dice.
Con motivo del Día Mundial de la Salud, que se celebra este 7 de abril, hablamos con esta compañera y trabajadora social sanitaria en el Hospital General Universitario de Castelló, sobre la profesión del Trabajo Social en el campo de la salud.
Un campo amplio que requiere de una visión global – que incluya ese velar por el bienestar físico, emocional y social que dicta la OMS – y en el que el Trabajo Social tiene mucho que aportar, y que decir. En salud, incide Inmaculada Navarro, no se pueden “hacer parcelas”, porque “hay factores del entorno, de la vida laboral y familiar, que influyen en ese proceso de ausencia de salud, por lo que es muy importante estudiar y valorar todos los factores para poder hacer un diagnóstico en el que tienen que intervenir todos los profesionales” desde una perspectiva “interdisciplinar”.
En la entrevista que compartimos bajo estas líneas emergen multitud de temas. También el de la salud mental, una realidad que no es nueva, indica, para las y los trabajadores sociales, pero que focaliza la atención hoy, más si cabe. “Estamos viendo problemas de salud mental en la población en general, y de forma preocupante en la infancia y la adolescencia, en la población más vulnerable, en personas y familias sin empleo, que sufren acoso en el ámbito laboral o escolar”, advierte.
Pregunta.- El Trabajo Social interviene para promover el bienestar social, el desarrollo humano y la calidad de vida de la ciudadanía. Bajo esta definición del “objetivo principal” de la profesión en términos generales, el Trabajo Social Sanitario (TSS) emerge con mucho potencial. ¿Cómo contribuye el TSS a estos tres ejes?
Respuesta.- El TSS es la especialidad del Trabajo Social que se desarrolla y se ejerce dentro del sistema sanitario, en la Atención Primaria, en la Atención Hospitalaria y en la Atención Especializada, así como las unidades de apoyo: Unidades de Salud Mental, Unidades de Conductas Adictivas y Centros de Salud Sexual y Reproductiva.
Es la disciplina que se ocupa de los aspectos psicosociales de la persona, a través del diagnóstico y tratamiento de los factores sociales que influyen en la promoción de la salud y la aparición de la enfermedad en personas, familias y comunidad. Supone un ejercicio profesional diferenciado de otros y otras trabajadoras sociales, porque se caracteriza por ejercer funciones de apoyo y ayuda a personas y familias inmersas en procesos de dificultad por motivos de salud. Nuestro propósito es la normalización y adaptación social, incrementar la autonomía y la recuperación de la salud, garantizando en todo momento las decisiones de la persona, individualizando el proceso que cada una requiera y respetando su ritmo.
La intervención social con las personas contribuye al objetivo de garantizar la atención bio-psico-social, la atención integral, la continuidad de la atención y la mejora de la calidad de vida
de la población.
P.- Hospitales y Centros de Salud son los escenarios principales para el desarrollo de la labor de las y los TTSS sanitarios: ¿qué acciones centran vuestro día a día?
R.- El Trabajo Social en la Atención Hospitalaria y Especializada desarrolla su actividad en procesos que requieren hospitalización o atención especializada. Se caracterizan por el límite temporal del ingreso hospitalario y la urgencia de las actuaciones.
Nuestro ámbito de intervención es amplio. Se interviene en el área del menor, de la mujer embarazada, de la violencia de género, en el programa del anciano frágil, la unidad de
judiciales, personas sin hogar y de especial vulnerabilidad, personas extranjeras, localización de familiares de personas fallecidas, en el apoyo a planificar el alta hospitalaria, y un largo
etcétera.
El objetivo, por un lado, es aportar al equipo de salud el diagnóstico social a través del estudio de las variables socioeconómicas y culturales que inciden en la etiología, el desarrollo de la enfermedad y las consecuencias sociales, y por otro lado orientar y capacitar a los pacientes, sus familias y la comunidad en general sobre los problemas derivados de la enfermedad, para que sean agentes de prevención, promoción, recuperación y rehabilitación de la salud.
Las intervenciones son derivadas tanto por los profesionales de los distintos servicios, como desde Atención Primaria o por el propio interesado o por su familia o entorno.
Es muy importante la escucha activa y la coordinación con las y los trabajadores sociales de los Centros de Atención Primaria, con las distintas administraciones y recursos sociales existentes en la comunidad.
También participamos activamente en las diferentes comisiones que existen en el Centro Hospitalario: Bioética; Igualdad y Violencia de Género; Enfermos de ELA; Daño Cerebral, etc.
P.- La reivindicación del Trabajo Social como profesión sanitaria se remonta a muchos años atrás. ¿En qué fase se encuentra ese reconocimiento de las y los TSS como profesionales de la salud y que implicaría ser considerada una profesión sanitaria?
R.- Ser reconocidas como profesionales sanitarias es una reivindicación histórica que nace desde el mismo momento en que se promulga la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). En esta ley no se tiene en cuenta al Trabajo Social como parte de las profesiones sanitarias, a pesar de que los y las trabajadoras sociales formamos parte de los equipos de atención sanitaria desde el nacimiento de la profesión del trabajo social, y a medida que se han ido dimensionando los equipos de atención a la salud hemos formado parte de ellos, primero en hospitales y salud mental y después en atención primaria y otros equipos especializados. En 2021 estuvo a punto de conseguirse, pero un cambio en el ministerio lo paralizó.
Está claro que el sistema sanitario entiende que las situaciones sociales que afectan a la salud de la población que atiende deben ser tratadas desde este sistema y para ello cuenta con los y las profesionales de Trabajo Social como técnicas especialistas y responsables de trabajar dichas circunstancias sociales.
Es por ello que no entendemos la diferencia que marca la LOPS en cuanto a nuestra consideración como profesionales no sanitarios para aquellos trabajadores/as sociales que trabajamos en el sistema sanitario y creemos que esta consideración debe cambiar.
No reconocernos como profesionales sanitarias es no reconocer que lo social forma parte de la salud. Se debe reconocer que el tratamiento de los aspectos sociales forma parte del tratamiento de la salud.
Entre las consecuencias de esta situación está que no tenemos igualdad en el reconocimiento acreditado de la formación continuada ni acceso al reconocimiento del desarrollo profesional.
Ahora mismo estamos trabajando en la elaboración del programa TSIR de Trabajo Social Sanitario, que garantizaría una formación a través de una residencia tipo MIR /EIR o PIR.
P.- ¿Seguimos errando en lo que entendemos por salud? ¿Qué aristas de este concepto tan amplio se nos escapan y, sin embargo, están muy presentes en el día a día del Trabajo Social Sanitario?
R.- Según la OMS, la salud integral es el estado de bienestar físico, emocional y social de una persona, y no solamente la ausencia de enfermedad.
Este hito histórico, que supuso el desarrollo de nuevos paradigmas en la atención a la salud de las personas, permitió no sólo acentuar el carácter social de las disciplinas sanitarias, sino
también el carácter interdisciplinar de las intervenciones en salud, interdisciplinariedad que incluyó el Trabajo Social como la profesión de referencia para la parte social de esta nueva
concepción de la salud.
No podemos hacer parcelas, tenemos que tener una visión global de la situación, porque hay factores del entorno, de la vida laboral y familiar, que influyen en el proceso de la enfermedad, por lo que es muy importante estudiar y valorar todos los factores para poder hacer un diagnóstico en el que tienen que intervenir todos los profesionales. Por eso se denominan equipos interdisciplinares, porque se tienen en cuenta todas las perspectivas.
P.- La importancia de cuidar la salud mental ha saltado ya a un primer plano. Desde vuestra experiencia, ¿somos conscientes realmente de ello o el abordaje de la salud mental sigue siendo una asignatura con muchos retos pendientes?
R.- La salud mental no es nueva para las y los trabajadores sociales. Se ha hecho un trabajo muy importante en las últimas décadas, cuando se desinstitucionalizó al paciente con
enfermedad mental, se crearon los equipos de salud mental ambulatoria, redes de apoyo, asociaciones de familiares, grupos de ayuda, y se trabajó en la coordinación entre todos ellos.
Sí que es verdad que en el momento actual estamos viendo problemas de salud mental en la población en general, y de forma preocupante en la infancia y la adolescencia, en la población más vulnerable, personas y familias sin empleo, acoso en el ámbito laboral o escolar, en los que se generan muchos problemas de ansiedad y estrés.
Aquí sí que deberíamos poner el foco porque hay mucho trabajo por hacer, no solo intervenir con tratamientos farmacológicos, que también, sino garantizando un diagnóstico social, valorando los factores que influyen en el problema a nivel personal, familiar, laboral, económico o de falta de redes de apoyo, para poder resolver en la medida de lo posible los factores que han provocado esta situación.
P.- Y para terminar. La relación entre Trabajo Social y Salud debe ser…
R.- De trabajo en red y siempre interdisciplinar
Inmaculada Navarro Fernández
Trabajadora Social Sanitaria
Hospital General Universitario de Castelló
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