Mediación en Trabajo Social en los tiempos de pandemia Covid-19
Con motivo del Día Europeo de la Mediación, nuestra compañera Belén Pomar, trabajadora social y coordinadora del equipo de Servicios Sociales de la Mancomunidad ‘Castelló Nord’, comparte en este artículo una reflexión sobre el papel de la función mediadora de las y los profesionales del Trabajo Social y los Servicios Sociales en la actual crisis sociosanitaria
Un año más, el Colegio de Trabajo Social de Castellón, celebra el Día Europeo de la Mediación. Fecha que coincide con la aprobación del primer texto legislativo europeo de mediación el 21 de enero de 1998 por el Comité de Ministros del Consejo de Europa que aprobó la Recomendación R (98) sobre Mediación Familiar.
En este año en el que nos hemos encontrados solos, vulnerables, aislados, indefensos, asustados…..por la situación extraordinaria derivada por la pandemia provocada por el COVID-19 queremos compartir unas reflexiones desde la mediación en el Trabajo social.
Hemos desarrollado nuestra función mediadora desde nuestra práctica profesional de Trabajo Social, y desde los Servicios Sociales considerados de carácter esencial.
Función, que forma parte de nuestro “ADN” en la intervención social con personas, grupos y comunidad, garantizando prestaciones indispensables para satisfacer las necesidades básicas personales y mejorar las condiciones de la calidad de vida de la ciudadanía.
Así lo establece también en la Ley de SS.SS Inclusivos de la GV, cuando determina como intervenciones profesionales:
a) Mediación familiar y comunitaria: potenciar la comunicación hacia un éxito viable y estable.
b) Orientación individual, familiar a lo largo de su ciclo vital: información asesoramiento, apoyo y acompañamiento a la familia a lo largo de su ciclo vital cuando existan crisis, riesgo, vulnerabilidad o desamparo.
c) Prevención: actuaciones de sensibilización dirigidas a toda la familia, actuando sobre factores asociados a distintas necesidades.
De esta forma, a raíz de la crisis sanitaria causada por Covid 19 y la situación prolongada de confinamiento, hemos detectado lo que podría pasar en cada hogar.
En estos tiempos aparecen conflictos en las relaciones familiares, de pareja, intergeneracionales, enfrentamientos entre hermanos y hermanas para el cuidado de los padres y madres dependientes, dificultades de convivencia en una misma vivienda y también conflictos dentro de la comunidad vecinal, problemas de ruidos, olores o uso de espacios compartidos, conflictos en el ámbito laboral, conflictos en las relaciones de consumo, etc.
Estamos viviendo un momento en que los conflictos que surgen tienen un gran impacto emocional y psicológico para nosotros.
Por este motivo, los conflictos hay que afrontarlos, hablarlos, analizarlos y buscar soluciones. Si se hacen visibles y se trabajan de forma adecuada, se pueden convertir en una oportunidad de mejora.
Y es ahora, más que nunca, tanto en el confinamiento como en mitad de la “nueva normalidad” en el que hemos visto desarrollada nuestra capacidad de resistencia; donde hemos sacados tanto las familias como los profesionales nuestras mejores herramientas para la mediación a través de nuestros sentidos, emociones y sentimientos.
Hemos abierto los ojos para observar lo que pasaba a nuestro alrededor y las consecuencias que podría derivar. Hemos ejercido la escucha activa, a través de la comunicación y utilizando la palabra como elemento clave en la convivencia y en nuestras intervenciones diarias.
Hemos tenido la empatía y sintonía para que las personas sientan que les hemos comprendido. Hemos reformulado lo que nos han contado para quitar los aspectos negativos del relato. Hemos realizado preguntas abiertas, diciéndoles ¿cómo estás? cuéntame…. se ha observado el posicionamiento de cada uno, hemos buscado soluciones a través de lluvia de ideas y fomentdo la creatividad, así como buscar intereses comunes, hemos mirado al futuro haciéndonos “la pregunta del milagro”, (cómo te ves cuando esto acabe? Y por supuesto, no hemos perdido el sentido del humor.
Hemos tomado decisiones (empoderar), hemos tenido confianza en los otros y ahora más que nunca nos hemos perdonado.
Hemos medido la capacidad de resistencia para afrontar las dificultades, (resiliencia) pensando en lo que nos espera cuando todo esto pase, pensando en lo que va a cambiar cuando nos encontremos y que lecciones inolvidables hemos aprendido.
Para ejercer nuestras funciones como mediadores ha sido indispensable seguir formándonos a través de las conexiones online, tener la mente abierta, escuchar el punto de vista de otros profesionales de mediación (Interprofesionalidad)
Es por este motivo, por lo que creemos que actualmente optar por la mediación como camino para resolver nuestros conflictos es una opción con muchos beneficios para todos y todas.
Los mediadores y las mediadoras cuidan especialmente de las relaciones personales y trabajan para garantizar su futuro. El confinamiento es una buena oportunidad para el cuidado de las relaciones de nuestro entorno.
LOS CIUDADANOS TENEMOS DERECHO a conocer que existe otra vía alternativa de resolución de conflictos, en la que se nos escucha, podemos participar activamente en la búsqueda de soluciones, recuperar relaciones sin olvidar que los acuerdos que allí se toman, tienen la misma validez legal que si se resuelven en los Juzgados.
Es por ello, que la práctica del Trabajo Social, orientado al desarrollo humano, enfatiza las fuerzas, las capacidades y los recursos de las personas, familias, grupos y comunidades para superar las situaciones de dificultad y reconoce la capacidad del ser humano para decidir.
El grupo de profesiones de mediación del Colegio de Trabajo nos mantendremos fuertes para acompañar a las familias, devolverles la energía y animarles a seguir adelante.
Mientras tanto, mantenemos la esperanza que todo esto pasará…como señala Cervantes:
“que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue, que habiendo durando mucho el mal, el bien está ya cerca…”
Y que todas estas vivencias nos sirvan, como dice Gabilondo para “Volver para ser otros” y seguir salvando vidas, pero sobre todo SEGUIR SIENDO HUMANOS.
BELÉN POMAR
Trabajadora social
Coordinadora del equipo de Servicios Sociales de la Mancomunidad ‘Castelló Nord’
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