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Consejo de Castilla y León

"Para un trabajador social lo principal es creer en la igualdad y en la necesidad que tienen las personas de que les entiendas"

viernes 17 de mayo de 2019

Entrevista a Carmen Heras Zamarro, presidenta desde abril de 2019 de la junta de gobierno, compuesta íntegramente por mujeres, del Colegio Oficial de Trabajo Social de Valladolid y Segovia

La nueva presidenta de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Trabajo Social de Valladolid y Segovia, Carmen Heras, ha llegado a este nuevo puesto tras ejercer durante ocho años como vocal, por lo que las responsabilidades del cargo no le eran ajenas.

30 años como trabajadora social en el Ayuntamiento de Valladolid avalan la profesionalidad de Heras, que reconoce que uno de sus principales objetivos como presidenta será luchar por el reconocimiento de la profesión. Para ello contará con la ayuda de sus compañeras de la junta de gobierno, con las que realiza un “trabajo compartido” desde el primer momento.

P.- ¿Cómo ha sido la primera toma de contacto con el cargo de presidenta del colegio?

R.- La toma de contacto no ha sido nada sorpresiva porque yo llevaba ya ocho años en la junta de gobierno anterior, como vocal, con lo cual conocía perfectamente cuáles eran las responsabilidades del cargo de la presidencia. Por un lado, he sentido cierto vértigo al asumir estas responsabilidades, que sobre todo tienen que ver con la representación física, sobre quién representa al colegio. Pero, al mismo tiempo, estoy muy tranquila porque cuento con el resto de compañeras que forman la junta de gobierno, algunas de ellas con experiencia, y estamos haciendo un trabajo compartido, asumimos responsabilidades de manera espontánea. La toma de contacto ha sido perfecta.

P.- ¿Cuáles son las principales medidas que va a llevar a cabo la nueva junta directiva?

R.- Lo primero que vamos a hacer es una asamblea general ordinaria, la segunda anual, que se celebrará en Segovia. Allí tendrá lugar la presentación oficial de la nueva junta de gobierno. Las directrices de esta nueva legislatura tienen mucho que ver con los objetivos del Consejo General del Trabajo Social: con la colegiación obligatoria, concienciar de la necesidad de colegiarse y la seguridad de la utilización de buenas prácticas en nuestra intervención. Vamos a trabajar mucho en que se reconozca nuestra profesión como de colegiación obligatoria a través de la reserva profesional, que es el diagnóstico social, nuestro campo real de intervención.

En cuanto a lo más específico, vamos a seguir trabajando mucho en formación, en ofertar formación de calidad adecuada a lo que nuestros colegiados nos vayan demandando. Intentaremos que la formación la acredite la Junta de Castilla y León para que sea tenida en cuenta a la hora del acceso de nuestros colegiados a puestos de trabajo de la administración.

P.- En un equipo compuesto principalmente por mujeres, la igualdad será un objetivo primordial, ¿no?

R.- Por supuesto, porque la igualdad versus derechos humanos es el fundamento del trabajo social, son nuestros principios. Nos identificamos totalmente con los criterios feministas están. Siempre trabajamos teniendo en cuenta el tema de la igualdad entre hombres y mujeres, ya sea de forma directa o indirecta porque es uno de los temas básicos dentro de todos nuestros objetivos. Participamos en todas las movilizaciones que realiza el Foro Feminista o cualquier otra organización feminista y que luche por la igualdad.

P.- En la actualidad, ¿cuáles son los retos a los que se enfrentan los trabajadores sociales?

R.- En general, a día de hoy nos enfrentamos al reconocimiento de nuestra profesión, de quiénes somos y cuáles son nuestras funciones básicas y fundamentales. Seguimos trabajando contra el intrusismo profesional porque existen muchas profesiones que trabajan en la intervención social que realizan funciones que nosotros deberíamos hacer porque es para lo que estamos preparados. Nos enfrentamos a esto y a la posibilidad de que seamos reconocidos como una profesión básica y fundamental en los servicios sociales, además de hacer frente a los problemas laborales y la precariedad en el trabajo y en el empleo de muchas otras profesiones. De hecho, no somos de las más maltratadas por la crisis. En Castilla y León los trabajadores sociales tenemos un peso importante incluso a nivel normativo en los servicios sociales, pero hay que seguir trabajando siempre en el reconocimiento del espacio propio.

En cuanto a lo que ocurre en Valladolid y Segovia, nos interesa que se tengan en cuenta en las políticas sociales los criterios técnicos que podemos aportar desde el trabajo social, la necesidad de hacer una intervención a nivel comunitario, sobre todo en el tema de posibles conflictos vecinales y en zonas donde existe una gran exclusión social. Necesitaríamos en servicios sociales básicos que se incrementara la ratio de trabajadores sociales por número de habitantes y que los servicios sociales básicos fueran reforzados porque los ayuntamientos de Valladolid y Segovia están carentes de técnicos. Los CEAS están sobrepasados de trabajo y los trabajadores sociales están exhaustos.

P.- Entrando más en lo personal, ¿qué te llevó a estudiar Trabajo Social?

R.- Cuando terminé el bachillerato no tenía muy claro cuál podría ser mi profesión. Yo tenía amigas que eran asistentes sociales y me parecía que hacían un trabajo muy interesante, en aquel momento en concreto con población gitana. Me pareció que era una profesión muy relacionada con la ayuda a personas en situación de necesidad. La mayoría de los trabajadores sociales comenzamos la carrera sin saber a lo que vamos y cuando empiezas a trabajar vas reconociendo hacia dónde vas. Luego ya hay un momento en la vida de los trabajadores sociales en el que nos damos cuenta de que esto es lo que teníamos que hacer.

La empatía es muy importante. Las personas que acuden a nuestros servicios generalmente tienen un alto nivel de vulnerabilidad y necesitan ser comprendidos. Es muy bueno tener la capacidad de empatizar con los problemas y las necesidades que tienen las personas. Fundamentalmente hay que creer en la igualdad, la justicia social, los derechos humanos… Tienes que tener claro que estás haciendo lo que tienes que hacer. Lo principal es creer en la igualdad y en la necesidad que tienen las personas de que les entiendas y les ayudes a poder salir de su situación.

P.- ¿Cómo fueron tus comienzos en la profesión?

R.- Empecé a trabajar en el Ayuntamiento de Valladolid y llevo allí 30 años. Entré directamente a los servicios sociales básicos, a los CEAS, y he pasado por Arturo Eyries y La Rubia. En la actualidad trabajo como apoyo a las coordinadoras de caso para atender a mujeres víctimas de violencia de género.

P.- Cuando empezaste como trabajadora social, ¿te imaginabas que llegarías a presidir el colegio oficial?

R.- Para nada. Cuando comencé a estudiar Trabajo Social, la presidenta del colegio era una profesora de la facultad que me parecía una figura de mucha relevancia, con unas grandes capacidades y no imaginaba ni que le pudiera hacer la más mínima sombra. Así que no lo pensé en ningún momento.

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