Primer mes tras la DANA: La importancia de la intervención comunitaria para la recuperación.
Desde el Consejo General del Trabajo Social recalcamos que estamos y estaremos al lado de la población para contribuir a mitigar y reparar los daños después de 30 días desde que el frío impactara en la piel. 720 horas de rabia y dolor. Pedimos que todas esas horas, minutos y segundos de indignación se traduzcan en acompañamiento, ayudas y sostén del daño social y emocional.
Ha pasado un mes desde que la DANA causara un gran desastre en varias regiones en España, afectando de manera particular a las provincias de Valencia, Castilla la Mancha y Andalucía, y dejando a su paso las peores inundaciones del siglo en España. Miles de personas afectadas, viviendas, campos de cultivo, negocios y empresas dañadas, animales afectados, comunidades enteras en una situación de especial vulnerabilidad.
La importancia de la intervención comunitaria.
El Trabajo Social es una profesión orientada a la acción y transformación social, de responsabilidad pública y de interés general. Permite asegurar la promoción del bienestar social y el respeto de los derechos sociales, especialmente en situaciones de emergencia, con una mirada de 360 grados para proporcionar una atención integral y biopsicosocial, atendiendo a las personas damnificadas, afectadas y a sus familias en su comunidad.
Lo más importante ahora es centrar la atención e intervención en las personas y su entorno social, valorar en qué situación se encuentran. Están en una situación de especial vulnerabilidad ante la pérdida de su vivienda, pertenencias, enseres y personas queridas. Esta situación sobrevenida ha alterado su sistema vital, sus contextos relacionales y sus necesidades vinculadas a su ámbito personal, familiar y relacional. Entre las personas afectadas hay personas en situación de dependencia, familias, menores, personas mayores, personas con discapacidad, víctimas de violencia de género, etc.
El Trabajo Social Comunitario es un factor clave para promover procesos de desarrollo local, potenciador de redes comunitarias, facilitador de acceso a derechos y regenerador de las comunidades, ciudades, pueblos, barrios, plazas. La participación de la comunidad es esencial para modificar condiciones de zonas afectadas, convirtiendo a la profesión en un recurso esencial para movilizar y garantizar la igualdad de oportunidades, participando en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo local que garantice a las personas mejorar sus proyectos vitales.
Los datos de la catástrofe.
Según los datos oficiales, la DANA ha dejado 230 víctimas mortales (222 en Valencia, 7 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía). Fueron localizadas en lugares a priori seguros (casas, garajes, sótanos). Aun hay 4 personas desaparecidas.
Según los datos disponibles, al menos 77.000 viviendas han sido afectadas por las inundaciones, y 78 son los municipios afectados (75 en Valencia, 2 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía).
El esfuerzo colectivo de la profesión.
El Consejo General del Trabajo Social movilizó a más de 50 trabajadoras sociales expertas en intervenciones en situaciones de emergencias y grandes catástrofes a través del GEIES (Grupo Estatal de Intervención en Emergencias Sociales), y el Colegio Oficial de Trabajo Social de Valencia coordinó las actuaciones de más de 400 profesionales voluntarias que se pusieron a disposición de los Servicios Sociales de los municipios afectados. En este sentido, la intervención social continúa siendo una prioridad para la recuperación de las personas y las comunidades afectadas.
Las tareas y el trabajo no cesan. El apoyo a las zonas afectadas continúa siendo necesario para las personas y comunidades que aún están en una situación de emergencia.
Y como siempre recalca Emiliana Vicente, Presidenta del Consejo General del Trabajo Social, todas las crisis, ya sean sanitarias, económicas, climáticas, etc., tienen un apellido común, que es social.
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