Género
El Trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión, el fortalecimiento y liberación de las personas.
Las diferentes crisis que hemos vivido en los últimos tiempos, y más especialmente, la de COVID-19, han puesto de manifiesto más, si cabe, las desigualdades estructurales entre mujeres y hombres. Por ello, es necesario trabajar por un nuevo modelo social centrado en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Para ello, se deben establecer medidas que posibiliten la corresponsabilidad en la conciliación personal, familiar y laboral; garantizar las retribuciones equiparables para los/as profesionales que realizan mismas labores; prestar más atención a mitigar las arraigadas estructuras económicas que perpetúan la desigualdad, así como a la economía del trabajo de cuidado no remunerado y a las formas de compensarlo y reemplazarlo. En definitiva, es necesario invertir esfuerzos en concienciar y movilizar a la sociedad en favor de una cultura ciudadana más igualitaria y donde la discriminación por razón de género desaparezca.
Pero no sólo eso, sino que también hay que tener presentes las situaciones de violencia de género. Los y las profesionales del trabajo social en servicios sociales trabajan en primera línea de acción en la asistencia a muchas mujeres que son víctimas de violencia de género, con sus hijos e hijas menores de edad. Tenemos como función principal la de facilitar el proceso de cambio con el objetivo de alcanzar la recuperación de las supervivientes. Además de derivar a estas mujeres a los recursos especializados, realizamos un acompañamiento social, centrado en la persona, para que sean ellas quienes, una vez comprendida e identificada su situación, inicien acciones para su recuperación.
Además de la intervención desde Servicios Sociales hay que añadir la que se desarrolla desde el sistema de justicia. Si bien legislativamente se recoge que la ciudadanía tiene derecho a una atención psicosocial inmediata que preste orientación jurídica, psicológica y social desde un enfoque interdisciplinar para garantizar la atención integral de la persona, así como unidades de valoración forense integral, entre otras cuestiones. Sin embargo, la presencia de profesionales del Trabajo Social en el Sistema Judicial es mínima como en las Unidades de Valoración Forense Integral e incluso nula en las Oficinas de Asistencia a las Victimas o Juzgados de instruccinó.
A este respecto además de los preceptos legales recordar las recomendaciones de ratios del Consejo General del Trabajo Social:
-
1 Trabajador/a Social por cada Juzgado de Familia.
-
1 Trabajador/a Social por cada Unidad de Valoración Forense Integral adscrita a los Juzgados de Violencia sobre la Mujer.
-
1 Trabajador/a Social por cada Oficina de Asistencia a las Víctimas.