EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA QUE DESTACA EL PAPEL DE LAS PERSONAS MAYORES EN LA TRANSMISIÓN DE VALORES

La exposición está organizada por Igurco Servicios Sociosanitarios de Grupo IMQ y por la UPV/EHU, con la colaboración d ela Diputación Foral de Bizkaia y Metro Bilbao.
Para la elaboración de los materiales de la exposición se ha contado con dos jóvenes alumnas de la UPV/EHU, Iraide Álvarez Muguruza y Begoña Rodríguez Arteaga. Asimismo, Olga Macias, profesora de esta universidad, colaboró en la confección final de los textos.
En cuanto a la fotografía, se contó con Asier Camacho. para llevarlas a cabo hubo de acudir a diversas localizaciones, preparar los escenarios y contactar con varios familiares y amigos de las personas mayores que, posteriormente, protagonizaron los paneles.
La muestra se compone de siete paneles, uno de ellos informativo, con seis fotografías de seis personas mayores que cuentan sus historias de vida. Toda la muestra es bilingüe, en euskera y castellano.
El primer panel tiene como protagonista a Félix Muñoz, de 98 años y refleja, en la estación de Abando, la fuerte corriente migratoria que recibió Bilbao a mediados del siglo pasado.

En otro panel se escenifican las escuelas para hijos e hijas de los trabajadores de Altos Hornos, y tienen como protagonistas a Julen, de 5 años, como alumno, y Maruja de 74 años como profesora.

Las mujeres de la mar tienen presencia en la exposición con una foto de los muelles de Ondarroa en la que aparecen María Concepción Osa Zubicaray, de 82 años; María trinidad Bengoechea Burgoa, de 80 años y María Mercedes Zarraga Larrañaga de 83 años.

El siguiente panel retrata a Simona Zuluaga Larrinaga, de 88 años, con un cordero entre sus brazos y refleja a las mujeres de la tierra, que durante siglos han trabajado en el campo, participando de la economía familiar.

El deporte rural vasco y las labores agropecuarias tienen también su espacio en la exposición, con una fotografía de Fermín Iturbe, de 65 años y su hijo Ekaitz, de 29 años, ante dos espectaculares bueyes.

Por último, la dureza del trabajo en la mina queda reflejada en una instantánea tomada en gallarta a Berta Riesco González, de 81 años, quien durante su juventud, hubo de trabajar en las minas, compaginando esta profesión con su maternidad.