“A pesar de los esfuerzos que se hacen desde el ámbito profesional y académico, creo que la sociedad aún conoce poco, y mal, nuestra profesión”

Fernanda Caro Blanco es diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Islas Baleares y máster en Cognición y Evolución Humana por el mismo centro. Realizó un programa de doctorado en Intervención Social y Estado del Bienestar del departamento de Trabajo Social en la Universidad Pública de Navarra.

Actualmente, está vinculada a la Universidad de Islas Baleares en el departamento de Filosofía y Trabajo Social como profesora de grado en Trabajo Social en las asignaturas de Teoría e historia del Trabajo Social, Historia y Modelos de Política Social, Servicios Sociales Sectoriales II y Trabajo Social en Programas de Igualdad. Sus trabajos de investigación se centran en líneas relacionadas con los servicios sociales y estado del bienestar; políticas sociales; vulnerabilidad, exclusión y sinhogarismo; estudios de género, igualdad y violencia; e historia y fundamentos del Trabajo Social.

Nanda pertenece al grupo de investigación Desigualdades, Género y Políticas Públicas de la Universidad de Islas Baleares, al Consejo Asesor de Servicios Sociales del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales, al Consejo Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Palma, así como al Comité de Ética de Servicios Sociales de Islas Baleares y a la Red Iberoamericana de Investigación en Trabajo Social.

Gracias a su proyecto ‘La inserción por la vía del empleo de colectivos vulnerables. Discursos y estrategias de los agentes de inserción’, ha sido galardonada en el III Concurso Foessa (Fomento de estudios sociales y sociología aplicada).

PREGUNTAS:

1.- ¿Qué fue lo que le atrajo de la docencia en Trabajo Social para decidirse a dedicarse a esta dimensión de la profesión?

No fue una decisión muy premeditada, una serie de circunstancias me llevaron a ella. Pensé que después de una cierta trayectoria como trabajadora social, y habiendo tenido la oportunidad de trabajar en la intervención directa desde el trabajo social individual, familiar, grupal y comunitario, y también desde la gestión técnica y la gestión política, la posibilidad de entrar en el ámbito de la docencia y la investigación me permitía culminar mi dedicación como trabajadora social. He de decir que en el momento que obtuve la plaza yo estaba muy a gusto trabajando con un equipo en los servicios sociales de atención primaria de un municipio y dudé de si cambiar de trabajo. Pero “a toro pasado” veo que fue una decisión de la que no me arrepiento, por todo lo que me ha aportado en lo profesional y en lo personal.

2.- Ha participado en numerosos equipos de trabajo, que cuentan con la participación de destacados nombres del Trabajo Social, a juzgar por su extensa trayectoria profesional, ¿qué aspectos positivos destacaría de esta experiencia?

Trabajar en equipo es siempre un reto y una oportunidad. Siempre se aprende de los-as que más saben, y no sólo se adquieren conocimientos teóricos y prácticos sino también a poner en valor lo que otros-as aportan y a redimensionar lo que tú ya sabes. Creo que lo más positivo es que el equipo estimula tus ganas de aprender y de mejorar.

3.- ¿Qué consejo le daría a los actuales estudiantes de Trabajo Social, que piensan en su futuro profesional dentro del ámbito de la investigación?

El consejo que doy siempre a mis estudiantes, incluso los que acaban de empezar la formación de Grado en TS, es que deben de estar interesados-as por todo lo que ocurre a su alrededor, actitud de permanente curiosidad, formación permanente y compromiso con las personas y los grupos con los que se trabaje. También a quienes se adentran en el ámbito de la investigación: motivación para aprender, compromiso ético con la sociedad y buscar que sus investigaciones sirvan para mejorar los contextos sociales de las personas y para transferir conocimiento a los-as profesionales y a la sociedad en general.

4.- ¿Hasta qué punto cree que la sociedad valora y reconoce nuestra profesión?, ¿Cree que se nos percibe como agentes de cambio y transformación en la sociedad? ¿o todo se queda en meros gestores de trámites burocráticos?

A pesar de los esfuerzos que se hacen desde el ámbito profesional y académico, creo que la sociedad aún conoce poco, y mal, nuestra profesión. Mayoritariamente se sigue percibiendo al profesional como un mero gestor de prestaciones. Para que se nos empiece a ver como agentes de cambio deberíamos de estar mucho más involucrados en las comunidades y en los barrios, hacer mucho más trabajo a pie de calle y desde una perspectiva de fomento de la participación. Hay compañeros-as que están trabajando desde esa perspectiva, pero aún no es la mayoría, porque generalmente están absorbidos-as por la necesidad de dar respuesta a demandas urgentes de las personas… y eso va encasillando al trabajo social en esa función burocratizada.

5.- Durante su larga trayectoria profesional, habrá visto alcanzadas la mayor parte de tus metas, ¿cuál de ellas es la que más valora?

La verdad es que sí. Valoro mucho el trabajo con grupos (he trabajado en grupo de personas y familias con problemas de adicciones y con grupos de promoción social de la mujer). Con los grupos se establecen sinergias muy importantes, que nos ponen al profesional en una posición de acompañamiento desde una cierta distancia. En los grupos, cuando se hace un buen acompañamiento, se muestra toda la potencialidad de las personas, y es un aprendizaje precioso. Pero también valoro mucho mi etapa actual: la docencia es un regalo y un privilegio, que no te permite bajar la guardia, que te obliga a adaptarte continuamente a las necesidades y las características del alumnado, que te reta a aprender… Y la investigación te da la oportunidad de formularte preguntas, buscar respuestas, y entrar en “mundos desconocidos”… en “las tripas de las cosas”.

6.- ¿Cuál ha sido la experiencia más positiva que ha encontrado en su vida profesional? ¿Y la más negativa? ¿Qué reflexión se deriva de ambas?

La más positiva cualquiera que tenga que ver con la relación con las personas, y eso sirve tanto para la relación con personas usuarias de los servicios, como con los equipos de trabajo, con las personas que forman parte de las organizaciones sociales, como con el alumnado en el caso actual.

La más negativa la que tiene que ver con mi etapa política, porque te pone en una permanente situación de vulnerabilidad ante los medios de comunicación, ante utilizaciones interesadas de tus acciones o discursos…y porque la administración es muy dura y compleja, y cuesta mucho conseguir cambios efectivos. Pero cuando estos cambios se consiguen, y ves que repercute en la mejora de la vida de las personas, entonces es muy gratificante.

La reflexión es que de todo se aprende, y que lo positivo y lo negativo forman parte de la vida.

7.- ¿Qué línea de actuación seguiría para poner en valor el Trabajo Social desde el emprendimiento, la innovación social y el espejo que tienen las instituciones en todo este panorama?

Yo estoy últimamente muy centrada en la transferencia. Creo que es vital establecer alianzas entre el mundo profesional y el académico. Nos necesitamos mutuamente, y el avance del Trabajo Social es muy limitado si no aunamos los conocimientos, digamos teóricos, con las habilidades profesionales. Necesitamos reflexión conjunta, repensar y sistematizar la práctica profesional conjuntamente, investigaciones conjuntas…

La otra “línea de actuación” para mí imprescindible es la incidencia política. El Trabajo Social debe de ser capaz de demostrar que conoce la realidad social, las necesidades de las personas y de la sociedad, que sabemos planificar, gestionar, intervenir, y que por lo tanto nuestra voz es imprescindible para diseñar e implementar políticas que defiendan los derechos de las personas, que respeten la vida y la dignidad de éstas.

8.- ¿Qué retos pendientes e importantes considera Ud. que tiene la profesión?

Ligado con la pregunta anterior: la alianza entre lo profesional y lo académico; la implicación política (no necesariamente partidista) y la incidencia política.

Pero también que el TS se visibilice socialmente, para lo que tenemos que estar en los lugares en los que se deciden las cosas: en las organizaciones y en las instituciones públicas, pero también pegadas a las necesidades y a las inquietudes de la gente.

También tenemos pendiente eliminar la precariedad laboral, conseguir mejorar las condiciones laborales, especialmente los salarios, de gran parte de los-as profesionales del trabajo social.

NANDA CARO DE CERCA

1.- Una frase que la defina:

No sé si me define, pero me gusta decir: “Prefiero pasarme de tonta que de lista”, porque creo que la generosidad y la confianza en la gente son actitudes que hay que valorar y mantener.

2.- ¿De qué se siente más orgullosa en la vida?

En el ámbito profesional, me enorgullece encontrarme personas con las que he trabajado cuando estaba en la atención directa y de alguna manera me hagan saber que he tenido una incidencia importante y positiva en su vida. Lo mismo me pasa cuando me encuentro con exalumnos-as, ahora profesionales, y veo que he tenido algo que ver en lo que ahora son como profesionales y como personas.

A nivel personal… saber que he contribuido a la educación de una hija que es ahora una mujer autónoma, empoderada y feliz.

3.- Si no se hubiera dedicado a la docencia e investigación del Trabajo Social, ¿a qué le hubiera gustado dedicarse?

Me gusta mucho la geología… y antes Trabajo Social estudié un grado de explotaciones agropecuarias… me hubiese gustado ser agricultora.

4.- Cuando mira atrás, ¿qué ve?

A personas, especialmente a mis padres y también mis hermanos, sin los que yo no sería quien soy.

5.- Un cuadro que le gusta:

Santa Ana con la virgen, el niño y san juan bautista, de Leonardo da Vinci. Un dibujo que fue un estudio preliminar para el cuadro de Santa Ana de Leonardo da Vinci.

6.- Un viaje soñado:

Cualquiera en el que se pueda ver naturaleza en estado puro. Me apetece mucho conocer los países nórdicos. Los fiordos noruegos, pero sin cruceros…

7.- ¿Cuál es su posesión más preciada?

Uy, qué difícil. Quizás precisamente una lámina de Santa Ana con la virgen, el niño y san juan bautista, de Leonardo da Vinci, que me ha acompañado desde los 18 años. Y todas mis plantas… son posesiones apreciadas y admiradas

8.- ¿Como se ve de aquí a diez años?

¡Felizmente jubilada! Leyendo sin parar.

9.- ¿Libros en papel o digitales?

En papel. No hay nada como las ediciones bien hechas. Siempre le doy un par de vueltas a un libro antes de empezarlo, me gusta tocarlo y hasta olerlo.

10.- Una pregunta a la que aún no ha encontrado respuesta:

¿Por qué existe la maldad humana, esa que supone ejercer la tortura, la violencia y la guerra?

11.- ¿Cuál es el cambio social más admirable?

Los avances de la mujer, sin duda.

12.- Si pudiera elegir un superpoder, ¿cuál sería?

Ser invisible.