Una profesión al servicio de todas: Trabajadoras Sociales en Hospitales
El ámbito hospitalario es un espacio donde convergen múltiples realidades: enfermedad, recuperación, incertidumbre, esperanza y, en muchos casos, situaciones de vulnerabilidad social. Más allá del diagnóstico y el tratamiento médico, existen factores económicos, familiares y emocionales que influyen en la salud de las personas. En este contexto, las trabajadoras sociales desempeñan un papel fundamental, asegurando que las personas hospitalizadas y sus familias tengan acceso a los recursos y apoyos necesarios para afrontar su situación con dignidad.
Las trabajadoras sociales en hospitales no solo intervienen en casos de emergencia, sino que también trabajan en la planificación de altas médicas, la coordinación con servicios externos y el acompañamiento a personas en situaciones de vulnerabilidad. Su labor es esencial para garantizar que la atención sanitaria sea realmente accesible y equitativa.
Funciones de las trabajadoras sociales en hospitales
✔️ Atención a personas en situación de vulnerabilidad: No todas las personas que ingresan a un hospital tienen las mismas condiciones económicas, familiares o sociales. Las trabajadoras sociales detectan casos de personas sin hogar, víctimas de violencia de género, personas mayores en soledad o familias con dificultades económicas y gestionan recursos para garantizar su bienestar durante y después de la hospitalización.
✔️ Coordinación del alta hospitalaria: Para muchas personas, salir del hospital no significa que su recuperación haya terminado. Algunas necesitan rehabilitación, cuidados domiciliarios o adaptación de su vivienda para una nueva situación de dependencia. Las trabajadoras sociales se encargan de coordinar estos recursos, asegurando que la persona pueda continuar su recuperación en un entorno adecuado.
✔️ Apoyo emocional y orientación a familias: Un diagnóstico grave o una enfermedad crónica pueden generar un gran impacto emocional y económico en las familias. Las trabajadoras sociales proporcionan apoyo psicosocial, información sobre ayudas y acompañamiento en la toma de decisiones, ayudando a reducir la ansiedad y la incertidumbre.
✔️ Gestión de recursos y ayudas económicas: En muchos casos, las hospitalizaciones generan gastos inesperados que pueden poner en riesgo la estabilidad económica de las familias. Las trabajadoras sociales informan y gestionan ayudas, pensiones no contributivas y otros recursos para que ninguna persona quede desprotegida.
✔️ Intervención en casos de violencia y abuso: Los hospitales son lugares clave para detectar situaciones de violencia de género, maltrato infantil o abuso a personas mayores. Las trabajadoras sociales trabajan en la identificación de estos casos y en la activación de los protocolos de protección y denuncia.
El trabajo social en hospitales contribuye a que el sistema de salud no solo se enfoque en la enfermedad, sino en la persona en su conjunto, abordando los factores sociales que influyen en su bienestar. La salud es un derecho, y las trabajadoras sociales son esenciales para garantizar su acceso en igualdad de condiciones.
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