8 DE MARZO. CAPÍTULO 13 "Y ESTO TAMBIÉN TIENE QUE VER CON EL GÉNERO": EL TRABAJO SOCIAL FEMINISTA, CRÍTICO E INTERGENERACIONAL

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Acceso al vídeo completo. Capítulo 13 “Y esto también tiene que ver con el género”. EL TRABAJO SOCIAL FEMINISTA, CRÍTICO E INTERGENERACIONAL

El Consejo General del Trabajo Social un año más se suma a las reivindicaciones del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, y pone el foco en las mujeres jóvenes y niñas como motores de cambio y avance para seguir construyendo sociedades igualitarias.

Cada 8 de marzo se conmemora el progresivo avance hacia la conquista histórica de los derechos de las mujeres por la igualdad de trato y oportunidades. Además, es una oportunidad para reflexionar sobre la igualdad, y para reconocer y poner en valor el papel que desempeñan las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, y para recordar, en tiempos de reacción antifeminista, que es necesario continuar con las reivindicaciones TODOS LOS DÍAS, Y NO DAR UN PASO ATRÁS, para no ver comprometidos los avances logrados durante siglos.

Este año 2025 adquiere especial relevancia al cumplirse 30 años de la Declaración de Beijing, un plan de acción fundamental para el avance de los derechos de mujeres y niñas en todo el mundo, donde 189 gobiernos adoptaron la Declaración durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Supuso la consolidación de cinco decenios de avances jurídicos dirigidos a garantizar la igualdad de las mujeres y los hombres tanto en las leyes como en la práctica.

Esta Declaración sigue siendo el plan de acción más progresista y avalado para el avance de los derechos de mujeres y niñas en todo el mundo, ya que sienta las bases para las políticas, los programas y la inversión que tienen impacto en las vidas de las mujeres (la educación, la salud, la paz, la participación política y la eliminación de la violencia contra las mujeres). No obstante, es necesario que las administraciones y los estados continúen promoviendo y fortaleciendo políticas públicas que garanticen los derechos de todas las personas, especialmente de todas las mujeres y niñas en cualquier rincón de la geografía mundial.

Instamos a la continuidad y puesta en marcha de políticas públicas que aseguren la participación social, la salud, el acceso a los recursos, el “buen vivir” en los territorios, y que tengan en cuenta las opresiones que atraviesan a las mujeres.

En este marco, ONU Mujeres presenta el lema “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: derechos, igualdad y empoderamiento”, un llamado a la acción que busca ampliar la igualdad de derechos, poder y oportunidades para todas, promoviendo un futuro feminista que no deje a nadie atrás. Este lema pone especial atención en la juventud, destacando a las mujeres jóvenes y niñas adolescentes como protagonistas clave del cambio social.

Para avanzar hacia este objetivo, es crucial abordar áreas fundamentales.

• Exigimos un acceso equitativo a una educación de calidad y al desarrollo de habilidades digitales para niñas y mujeres jóvenes, con especial énfasis en las zonas rurales. Cerrar la brecha digital de género es imperativo para garantizar que estén preparadas para los trabajos del futuro y puedan participar plenamente en la economía digital.
• Instamos a implementar políticas efectivas contra la violencia digital, como el ciberacoso y la explotación sexual en línea, que afectan desproporcionadamente a niñas y mujeres jóvenes. Es esencial crear entornos digitales seguros que permitan su desarrollo sin temor a la violencia o discriminación.
• Alentamos a la promoción activa en la participación política, así como al liderazgo de las mujeres jóvenes en todos los niveles decisorios para, entre todas, revertir las barreras estructurales que limitan su acceso.
• Reiteramos la necesidad urgente de políticas que fomenten una distribución de los cuidados, donde los hombres cuiden tanto como las mujeres y no se integre como el derecho de unos y la obligación y responsabilidad de otras. La corresponsabilidad es clave para liberar a las mujeres jóvenes de cargas desproporcionadas que restringen su desarrollo personal y profesional.

Desde el Consejo General del Trabajo Social hacemos un llamado urgente a actuar sobre aspectos esenciales como la sensibilización para el empoderamiento de mujeres y niñas, la coeducación para alcanzar la igualdad real, la erradicación de todas las formas de violencia (incluyendo feminicidios y violencia institucional) y el fin de los conflictos armados. También reconocemos el gran potencial transformador de las mujeres jóvenes y niñas: sus perspectivas críticas, formas innovadoras de movilización y aportaciones son indispensables para construir un futuro más justo e inclusivo.

El Trabajo Social tiene un papel esencial en este proceso: estar con las mujeres, crear redes comunitarias sólidas y visibilizar desigualdades e injusticias sociales desde un enfoque feminista inclusivo e interseccional. Porque defender los derechos de las mujeres no solo es una cuestión profesional; es una convicción ética basada en la humanización, la cultura de paz y el buen hacer profesional.

Desde este Consejo General defendemos y reivindicamos un feminismo inclusivo, crítico, interseccional e intergeneracional. Porque el Trabajo Social, es feminista, o no es.