Ciberviolencias Machistas, nuevo capítulo de “Y esto también tiene que ver con el género”

La Presidenta del Consejo General del Trabajo Social y moderadora de este debate, Emiliana Vicente, cuenta con la colaboración de:

- Estefanía Corchado y Mar Madroñero | Trabajadoras Sociales del Centro de Crisis contra la Violencia Sexual “Pilar Estébanez”. Ayuntamiento de Madrid. Expertas en intervención en violencia de género y sexual.
- María Angélica Cosmen González | Trabajadora Social. Experta en intervención socioeducativa con familia e infancia en riesgo. Presidenta del Colegio de Trabajo Social de León.
- María (nombre ficticio) | Técnica de atención y psicóloga de Fembloc. Línea de atención, soporte y acompañamiento sobre violencias machistas digitales. Experta formadora en seguridad y aspectos psicosociales para la prevención y abordaje de violencias machistas digitales.
Utilizamos un nombre ficticio para la técnica de Fembloc, y no se muestra su rostro para que este espacio sea seguro para ella. Esto también es el reflejo de la inseguridad que se puede dar en el entorno digital. Las profesionales que acompañan a estas mujeres también deben estar protegidas.

Como se indica en el estudio de APPs sin violencia de la Federación de Mujeres Jóvenes, las redes sociales constituyen uno de los fenómenos más representativos de la hiperconexión posmoderna, no sólo como medio de comunicación de masas, sino como generadoras de nuevos modelos relacionales especialmente para la población joven, que encuentra un nuevo espacio de construcción de la identidad personal. En este sentido, el machismo y la violencia en muchas de sus formas también se trasladan al entorno digital, reproduciendo los discursos y la simbología que las personas más jóvenes (pero también las más adultas) interiorizan, y que en muchas ocasiones son legitimadas en el entorno de las redes sociales (y fuera de ellas).

En este espacio debatimos sobre el impacto de la ciberviolencia machista en la persona, su familia y su entorno; sobre los limitados servicios y recursos especializados; sobre el tipo de intervención y de acompañamiento social; sobre cómo se trabaja la prevención y la educación; y sobre la estigmatización social que genera este tipo de violencias.

Desde este Consejo General queremos hacer hincapié en lo esencial del trabajo social en la intervención con esta problemática, a través de la promoción de espacios de escucha y el trabajo con la red afectiva y social de la persona. En este sentido, es necesario que estos proceso pasen por lo comunitario y desde una perspectiva feminista, poniendo el foco también en la reparación del daño social y en la prevención.