Día Mundial de las Profesiones, por un mundo más justo
El Trabajo Social es una profesión colegiada fundamentada en un servicio a la ciudadanía que conlleva velar por una buena praxis y un ejercicio competente de los y las trabajadoras sociales.
Este año, 2020, el año del Covid-19, es más importante que nunca visibilizar la responsabilidad que está en la mano de cada una/o, como individuos y como parte de colectivos. En este caso, como trabajadoras y trabajadores sociales tenemos muy claro que hemos sido esenciales y que lo seguimos siendo.
Por eso, en este día y en esta semana del aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) queremos reivindicar la profesión, la colegiación y las alianzas tejidas desde las mismas como herramienta fundamental para avanzar hacia una sociedad más justa y libre de violencias. Algo que nos lleva a pensar en el Objetivo número 17, ‘Alianzas para lograr los objetivos’. En él se establecen que son necesarias las “asociaciones inclusivas (a nivel mundial, regional, nacional y local) sobre principios y valores, así como sobre una visión y unos objetivos compartidos que se centren primero en las personas y el planeta”.
El Consejo General del Trabajo Social promueve este objetivo junto con los Colegios Oficiales, la Federación Internacional de Trabajo Social, Unión Profesional y como miembros del Pacto Mundial. Hoy queremos resaltar dos de sus metas: la 17.16, que hace referencia al compromiso de establecer “alianzas entre múltiples interesados que movilicen e intercambien conocimientos, especialización, tecnología y recursos financieros, a fin de apoyar el logro de los ODS en todos los países, particularmente los países en desarrollo”; y el 17.17 que dice que debemos “fomentar y promover la constitución de alianzas eficaces en las esferas pública, público-privada y de la sociedad civil, aprovechando la experiencia y las estrategias de obtención de recursos de las alianzas”.
Por eso, reivindicamos este Día Mundial de las Profesiones. El Trabajo Social es una profesión colegiada fundamentada en un servicio a la ciudadanía que conlleva velar por una buena praxis y un ejercicio competente de los y las trabajadoras sociales. La competencia y las buenas prácticas de los y las trabajadoras sociales favorecen nuestra Identidad Profesional y refuerzan la imagen de la profesión de Trabajo Social como resultado de una disciplina científica orientada a la intervención. Garantizar una buena práctica profesional, tanto para la ciudadanía como para las instituciones requiere, establecer un sistema legal que prescriba medidas y responsabilidades por el ejercicio no colegiado.
Somos una profesión comprometida, donde apostamos por el desarrollo humano promoviendo la igualdad y la equidad social y económica; donde impulsamos la participación, conectando a las personas y promoviendo el bienestar a través de relaciones humanas sostenibles.
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