El Consejo General solicita la retirada del Real Decreto para la creación del título de Técnico Superior en Gestión de servicios en centros gerontológicos

Tras la lectura del texto, esta corporación entiende que el grado de formación propuesto no puede suplir las competencias propias del/de la profesional del Trabajo Social, así como de otras profesiones como Enfermería, Terapia ocupacional, Fisioterapia, o Psicología.

Como se recoge en el Libro Blanco del Título de Grado en Trabajo Social elaborado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, el/la trabajador/a social es un/a profesional de la acción social que tiene una compresión amplia de las estructuras y procesos sociales, el cambio social y del comportamiento humano, que le capacita para: intervenir en las situaciones sociales que viven individuos, familias, grupos, organizaciones y comunidades, asistiendo, manejando conflictos y ejerciendo mediación; participar en la formulación de Políticas Sociales; y contribuir a la ciudadanía activa mediante el empoderamiento y la garantía de los derechos sociales. Todo ello con el fin último de contribuir junto con otros/as profesionales de la acción social a la integración social de las personas, familias, grupos, organizaciones y comunidades, la constitución de una sociedad cohesionada y el desarrollo de la calidad de vida y del bienestar social.

El Código Deontológico se refiere a las funciones que desempeñan los/as trabajadores/as sociales, así como los instrumentos específicos del trabajo social. En el Preámbulo del citado Código Deontológico se establece: “Los trabajadores sociales se ocupan de planificar, proyectar, calcular, aplicar, evaluar y modificar los servicios y políticas sociales para los grupos y comunidades. Actúan con casos, grupos y comunidades en muchos sectores funcionales utilizando diversos enfoques metodológicos, trabajan en un amplio marco de ámbitos organizativos y proporcionan recursos y prestaciones a diversos sectores de la población a nivel micro, meso y macro social. Algunas de las funciones se podrán desarrollar de manera interrelacionada de, acuerdo a la metodología específica de la intervención que se utilice.

De ello se desprende: Información, Investigación, Prevención, Asistencia, Atención Directa, Promoción e inserción social, Mediación, Planificación, Gerencia y dirección, Evaluación, Supervisión, Docencia y Coordinación.”

Por tanto, consideramos que no se deben crear nuevas profesiones para cuidar y acompañar en el proceso de envejecimiento saludable y participación de las personas mayores, puesto que nuestra profesión lo está realizando desde los inicios de la misma, interviniendo desde los diferentes ámbitos de salud, servicios sociales, centros de día, residencias, etc.

Esperamos así que el Ministerio de Educación y Formación Profesional tenga en consideración nuestra solicitud.