El Consejo participa en la jornada organizada por el Imserso en el Día Europeo de la Solidaridad Intergeneracional

Ana Lima intervino en la segunda mesa, donde se abordó “La imagen y relación con las personas mayores en la sociedad. Los profesionales de atención a las personas mayores”.

La presidenta del CGTS destacó “la necesidad de impulsar la imagen de las personas mayores de manera positiva, que no se muestren como una carga”. Lima recordó como “las personas mayores cuidan de sus nietos, sustentan la economía familiar con sus pensiones, acogen en su casa cuando se produce un desahucio, paliando los efectos de la crisis”. Además, destacó el valor de la experiencia, más allá del conocimiento, entendida como un asesoramiento. “Se puede ser productivo sin estar en el mundo laboral”, aseguró.

Por otra parte, la presidenta del Consejo General opinó que se debe dejar el “planteamiento paternalista” con las personas mayores.
Respecto a la imagen que se proyecta, Lima destacó que es necesario involucrar no solo a los medios de comunicación, también a las personas. “Se escuchan discursos que vinculan el envejecimiento a mayor gasto en medicamentos, en camas hospitalarias… Quienes lanzan esos mensajes son responsables de la imagen que se proyecta. Si se culpa a las personas mayores de los males de la sociedad no vamos a avanzar”, denunció.

Ana Lima también se refirió a los profesionales que trabajan con las personas mayores, destacando la importancia de la valoración y defendió que la conocida como gestión del caso “es una metodología de la intervención, no una figura profesional”.

Lima destacó “el papel del y la trabajadora social como catalizador de intereses, facilitador, que pone en la agenda pública los intereses de los mayores”. Por otra parte, apuntó a la necesidad de incluir la geriatría en grados de formación, también con un máster oficial.

Así mismo, la presidenta del CGTS denunció que “las barreras las pone el entorno, no la persona”. Además destacó que “el trabajo social aporta el valor añadido de trabajar con la persona desde el punto de vista ecosistémico, con todo su entorno”. Lima destacó el valor de lo comunitario, donde juegan un papel muy importante las asociaciones de mayores. A su juicio, estas deberían ser más o menos independientes. “Debemos empoderarles”, animó. Según argumentó, las asociaciones también contribuyen a mejorar la imagen de las personas mayores, huyendo de la visión de que “los mayores solo pensaran en programas de ocio, como si solo fueran a los centros a jugar a las cartas”.

Finalmente, Ana Lima planteó qué pasará con los centros de mayores cuando entre en vigor la reforma de la administración local, ya que los ayuntamientos perderán gran parte de las competencias en servicios sociales y pasarán a las autonomías.

En la misma mesa de debate también intervino Matilde Pelegrí, presidenta del Grupo Senda, que repasó la evolución del concepto de envejecimiento y destacó el cambio experimentado. Entre los datos y reflexiones que expresó, destacó cómo se las personas mayores representan un 28% del consumo. este incremento se debe a que sustentan en muchos casos a toda la familia.

En la jornada también intervinieron, en otra mesa de debate, Julio Camacho, del Injuve; Jacob Sefarty, consejero del Consejo Estatal de Personas Mayores y Laura López-Bermejo, psicogerontóloga, directora de AMayores.

La jornada fue clausurada por el director del Imserso, César Antón, que destacó el papel que juegan las personas mayores en la sociedad y agradeció las aportaciones de los participantes y se mostró convencido de que el documento que se mande a Europa va a ser “una guía fundamental para las administraciones públicas, el Gobierno, la sociedad, las entidades, asociaciones y medios de comunicación”.