Saltar al contenido principal
Consejo

Llamada urgente a la acción por la inminente ejecución de la trabajadora social kurda, Pakhshan Azizi

jueves 6 de marzo de 2025 CGTS

El Tribunal Supremo de Irán ha rechazado la solicitud de revisión judicial de la pena de muerte impuesta a Pakhshan Azizi, una trabajadora social cooperante kurda de 40 años que fue detenida arbitrariamente y condenada por su labor humanitaria y de derechos humanos.

Una vez más los Derechos Humanos se vulneran, en este caso pone de manifiesto la peligrosa situación de las personas defensoras de los derechos humanos, especialmente en zonas de conflicto.

La trabajadora social y cooperante, Pakhshan Azizi, miembro de la oprimida minoría kurda de Irán, fue condenada por “rebelión armada contra el Estado” tras participar en labores humanitarias en el nordeste de Siria, donde ofreció apoyo a mujeres y niños desplazados por los ataques del grupo armado Estado Islámico. El 16 de noviembre de 2009, Azizi fue detenida por primera vez por protestar junto con otros y otras estudiantes contra las ejecuciones políticas en Kurdistán. Quién iba a decirle a aquella joven que también acabaría siendo condenada a muerte. Después de ser liberada bajo fianza el 19 de marzo de 2010, Azizi se mudó primero a la región del Kurdistán de Irak. Cinco años más tarde, Pakhshan Azizi comenzó a trabajar en el noreste de Siria (Rojava) como trabajadora social y humanitaria, apoyando a personas refugiadas y víctimas del Estado Islámico. Su error fue regresar a Teherán para ver a su familia.

A pesar de su dedicación y responsabilidad por mejorar la vida de las personas más vulnerables, Pakhshan Azizi ha sido sometida a un juicio injusto y a tortura, siendo acusada de vínculos con grupos de oposición kurdos sin evidencia sólida.
Desde la perspectiva del Trabajo Social, el caso de Pakhshan Azizi resalta la importancia de las trabajadoras sociales en situaciones de conflicto y en contextos donde los derechos humanos están en peligro. A menudo, las personas que trabajan en la defensa de los derechos de las poblaciones más desfavorecidas se enfrentan a represalias por sus esfuerzos. Esto no solo pone en riesgo la inseguridad de los y las profesionales, sino también las vidas de las personas a las que se esfuerzan por ayudar.

Las trabajadoras sociales en todo el mundo son fundamentales para la protección de los derechos de los grupos vulnerables. En este caso, Azizi, al igual que muchos y muchas otras cooperantes y activistas, estaba comprometida con la mejora de la vida de las personas desplazadas. Sin embargo, en lugar de recibir apoyo y reconocimiento por su trabajo, se enfrenta a la amenaza de una ejecución inminente debido a su activismo pacífico.

Amnistía Internacional ha instado a la comunidad internacional a presionar al gobierno iraní para que detenga la ejecución de Pakhshan Azizi, calificando el juicio como injusto y lleno de irregularidades. Esta situación subraya la necesidad urgente de proteger a las trabajadoras sociales y personas defensoras de los derechos humanos, quienes a menudo están en la línea de fuego al luchar por la justicia en contextos de opresión política.
Como la propia Aziz ha declarado “Nuestro delito es ser mujeres y ser kurdas. Para la autoridad central somos insignificantes. Sin embargo, cuando se trata de dictar sentencias severas, somos el grupo más numeroso”.

Es esencial que las profesionales del Trabajo Social, organizaciones de derechos humanos y gobiernos nos unamos para exigir la liberación de Pakhshan Azizi y garantizar que se respete su derecho a un juicio justo. En este sentido, la solidaridad y el compromiso internacional juega un papel crucial para enfrentar este tipo de injusticias. Por ello, instamos a la Federación Internacional de Trabajadoras Sociales (FITS) que articule todos los mecanismos posibles para visibilizar y denunciar la situación de nuestra colega en riesgo de condena de muerte.

En la página web de Amnistía Internacional se puede firmar una petición dirigida a las autoridades iraníes.

Comentarios

Aún no hay comentarios