“Tenemos que movilizarnos para parar los recortes y defender el Estado del Bienestar”
La presidenta del Colegio del Trabajo Social de Cádiz, Laura Bahamonde, la presidenta del Consejo Andaluz, Ana Muñoz y la presidenta del Consejo General, Ana Lima, hacen balance del V Foro que reunió el 18 de mayo en Cádiz a casi 300 trabajadores sociales.
¿Cuál es la importancia del foro?
LAURA BAHAMONDE. El balance es muy positivo. Ha sido un encuentro de trabajadores sociales que queremos seguir siendo visibles ante una situación de cambio, no vamos a llamarlo crisis. El trabador social debe seguir siendo visible, porque es un agente de cambio que está activo ante los problemas sociales. Hemos visto como en el foro se escuchan voces altas y claras para reivindicar el trabajo social.
ANA MUÑOZ. Ha servido para que se visibilicen los 8 colegios andaluces, que estamos trabajando juntos y tenemos una estructura sólida. Además, se ha visto que la gente está muy motivada, tiene muchas ganas de encontrar soluciones y fórmulas para salir de esta situación. Los trabajadores sociales aportamos nuestra fuerza personal y profesional.
ANA LIMA. El Foro es un escaparate del Observatorio Estatal de Servicios Sociales del Consejo General del Trabajo Social. En concreto, este V Foro pretende reforzar alianzas con otras organizaciones y reflexionar y actuar con otros movimientos sociales sobre la situación actual del sistema de servicios sociales en España.
¿Qué significa para los colegios organizar un evento como este?
A. M. Ha sido un reto importante, porque no todos los colegios tienen la misma capacidad de gestión.
L. B. Por eso es importante la figura de un consejo andaluz. No podemos dar la espalda a una crisis social más que económica. Lo económico se soluciona con dinero, pero lo social y de valores, con recursos humanos.
A. M. También ha sido posible gracias a la estructura sólida y potente del Consejo General, que ha confiado en nosotros para organizarlo en Cádiz. Ha sido un éxito porque hemos trabajado juntos.
A. L. Creo que el Foro ha demostrado que podemos trabajar en red y que los colegios tienen un poder de movilización y convocatoria importante sobre los temas relacionados con la intervención social y los servicios sociales.
¿Por qué ha sido tan especial este foro?
L. B. Por la transformación. Necesitamos darle la vuelta a las cosas, repensar y tener cambios concretos. Estamos hablando de formular nuevas soluciones ante nuevos problemas.
A. M. Otros foros han sido más de debate de aspectos profesionales, de formación, en contenidos técnicos. Este ha sido de reivindicación. Había que visibilizar que el trabajo social está a la cabeza de cualquier movimiento de cambio social y que hay que moverse. No podemos estar callados. Las personas que han participado en el Foro se han ido con el gusanillo.
A. L. Por el momento que vivimos. Debido al impacto de la crisis social y económica, muchos profesionales de la intervención social muestran un gran interés por debatir, proponer y movilizarse. Por otro lado, ha sido un foro dirigido hacia afuera y no tanto a temas internos de la profesión. Ha tenido una clara vocación de análisis que incluye a profesionales, expertos y a la sociedad civil para buscar soluciones conjuntas.
¿Cómo definiríais con una palabra la situación de los servicios sociales?
L. B. Desplazados
A. M. Cenicienta. Hermanas pobres de la estructura publica del bienestar social.
L. B. (sonríe) ¡Tenemos que ponernos el zapatito de cristal!
A. M. Claro. Tenemos que despertar. Hay que decir a los ciudadanos que si son capaces de encerrarse en un centro de salud porque se lo van a cerrar, que también lo hagamos si nos dicen que van a cerrar el centro social. Los servicios sociales son un derecho, como la educación y la sanidad.
A. L. Servicios anti crisis
¿Hay alternativas a los recortes?
L. B. Hay sectores donde no hay que recortar, sino reajustar. Pero lo que se está haciendo es quitar en servicios sociales donde la base son prestaciones. Habría que redistribuir los servicios.
A. M. ¿Por qué se entiende que los recortes tienen que empezar por la partes más débiles? Hagamos recortes por las partes más fuertes, que realmente pueden soportarlos. Hay que apretarse el cinturón, pero recortemos por el gasto superfluo.
A. L. Estoy segura de que sí. De hecho, hemos hablado de muchas de estas alternativas. Lo que está en crisis es el sistema financiero tal y como se está desarrollando, por ello hay que cambiar primero las normas y luego veremos como todo lo demás mejora. En el Foro se han propuesto otras alternativas a los recortes, nos hemos comprometido a difundirlas y a aplicarlas cada uno de nosotros en la medida de nuestras posibilidades y desde las organizaciones de las que formamos parte.
¿Si no paramos esto, hacia dónde vamos?
L. B. Sin ser alarmista, vamos a volver a los estamentos estancos, a tener unas clases sociales paralizadas. Habrá una desigualdad social brutal, donde realmente tendremos dos estamentos y dos estatus sociales muy diferenciados. No habrá clases medias, con clases desfavorecidas que no llegarán nunca a ser favorecidas, porque no habrá servicios sociales.
A. M. vamos hacia el desmantelamiento del sistema público de servicios sociales. Los recortes nos llevan a una sociedad con una falta de cohesión total, que tanto nos había costado conseguir.
A. L. Hacia un país con escasa protección social donde se puede producir una ruptura de la cohesión social, un crecimiento de la pobreza, falta de prevención y promoción de cuestiones que luego se convierten en problemas difíciles de tratar y más costosos. Vamos hacia un país con un índice más grande de desigualdad social e injusticia social, donde se vulneran los derechos humanos, aumenta la dualidad social, la violencia intrafamiliar, la ansiedad, el sufrimiento, las depresiones, las adicciones, la delincuencia, y la inseguridad ciudadana… Vamos hacia un país menos desarrollado, con menor calidad de vida. El desarrollo humano se mide también por la felicidad, por los indicadores de calidad de vida. Nuestra constitución actual dice que España es un Estado Social, pues hagamos honor a ello con unos servicios sociales que iniciaron su andadura con ella y que no se deben desmantelar, sino perfeccionar.
En la foto: De izquierda a derecha, la presidenta del Consejo Andaluz de Trabajo Social, Ana Muñoz, y la del Consejo General del Trabajo Social, Ana I. Lima, con una estatuilla conmemorativa del segundo centenario de la Constitución de Cádiz.
Comentarios
Aún no hay comentarios