16 de marzo, Marcha de Mareas: Por los derechos sociales, laborales y democráticos
18 horas
Marea Roja (Vivienda) + Marea Naranja (Social): Banco de España
Marea Blanca (Sanidad): Hospital Reina Sofia
Marea Verde (Educación): Consejería de Educación
Marea Negra (Funcionarios): Glorieta de España
19 horas
Fusión de Mareas: Plaza Circular
Marcha de Mareas
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Hasta ahora llevamos un buen número de manifestaciones multitudinarias, huelgas generales, miles de actos de protesta, ocupaciones diarias de las calles, marchas, concentraciones, denuncias, infinidad de asambleas y todos los actos de protesta y resistencia imaginables destinados a evitar que el gobierno, la banca y los grandes capitales terminen de sumergirnos en la más absoluta miseria.
Sin embargo en cada ocasión vuelven a la carga con un nuevo decreto de destrucción de empleo, de recortes en la escasa protección social que nos va quedando, de protección a la banca, de subida de luz, agua o transporte público, de profundización en la desigualdad ante la Justicia con la ley decreto Gallardón, o intentos de limitar los derechos democráticos de expresión, reunión y manifestación, para invisibilizar el descontento y desactivar la protesta social.
Y con cada nueva medida crece nuestra indignación y la ciudadanía, a veces lentamente, a veces en explosiones, vamos tomando conciencia de la necesidad de un cambio profundo, de que se apliquen las medidas que beneficien a la gran mayoría y no sólo recortes para salvar los privilegios y millones de unas pocas personas.
Los recortes en los Servicios Públicos y la Protección Social: Sanidad, Educación, Justicia, Dependencia, Pensiones, Prestaciones por Desempleo, Vivienda, Transporte… Los recortes laborales: rebajas salariales, EREs, despidos masivos, contratos basura… La permisividad con la banca y las grandes empresas y fortunas: desahucios, fraude fiscal, eliminación de impuestos a las rentas altas… Están haciendo crecer la pobreza y el descontento. Cada día este modelo de salida de la crisis y el gobierno que lo aplica, pierden credibilidad ante más sectores, aumentando su aislamiento.
Para nosotros y nosotras, para las personas trabajadoras, para la ciudadanía, es hora ya de acabar con este juego peligroso que nos sumerge en la miseria y obliga a miles de jóvenes a salir fuera en busca de trabajo.
En las movilizaciones, pero también en el barrio, en el autobús, en los bares, en los hospitales, en las universidades, en el trabajo o en cualquier reunión amistosa, cada vez vemos más claro que la gran mayoría de la ciudadanía no aceptamos las políticas que se están poniendo en práctica, tanto más cuando con cada nuevo caso de corrupción que sale a la luz, nos muestran que el único interés de los que nos gobiernan es llenar sus bolsillos y los de sus amistades. Cuando hablan de salir de la crisis sólo piensan en que las grandes empresas y los bancos aumenten sus millonarios ingresos aunque sea a costa de la miseria de la mayoría de la población.
La experiencia ha demostrado que no es suficiente con oponerse por separado a cada una de las agresiones que el gobierno quiere imponer, sino que la raíz del mal está en el mismo sistema político y económico, y en la política neoliberal que se está aplicando aquí y en el resto de Europa.
Somos muchas las personas que no creemos en estas medidas, a las que no nos interesan: jóvenes que tenemos que emigrar, estudiantes que no podemos pagar nuestros estudios, familias que nos vemos desahuciadas sin vivienda y una deuda eterna, pequeñas empresas a las que nos ahoga la falta de crédito y la desigual competencia con el gran capital, trabajadoras y trabajadores amenazados permanentemente por el despido, personal empleado público recortado, personas usuarias de la sanidad o educación públicas, pensionistas, personas en paro y sin prestación … Sabemos que con la unidad podemos cambiar las cosas y que, por eso, quieren dividirnos.
Aprendiendo de nuestras experiencias de lucha reciente, tanto de las sectoriales, como las generales, del 15M, del 25S o de las Huelgas Generales, creemos que es hora de unificar a todos los sectores laborales y ciudadanos en un frente común.
Queremos gobiernos que defiendan los intereses de la ciudadanía, acabando con la situación de desamparo de sus sectores más precarizados en su vida y su trabajo. No un gobierno mentiroso que incumple su propio programa electoral y dinamita el sistema social sobre el que se sustenta este país.
Queremos un gobierno que no puede ser más de lo mismo, con otras caras y otras siglas, sino que esté sometido directamente a control del pueblo y que lleve a cabo, con carácter de urgencia, las siguientes medidas:
- Servicios Públicos de calidad, universales y gratuitos, de gestión pública, democrática y con criterios sociales, acabando con su creciente privatización y los criterios de rentabilidad económica: Sanidad, Educación, Atención a Personas Mayores y Dependientes, Agua, Energía, Transporte… son derechos, no negocios.
- Paralización de los desahucios y acceso efectivo al derecho a una vivienda digna.
- Salario social, que permita una vida digna, para todas las personas sin ingresos o insuficientes.
- Jubilación a los 65 años con pensiones públicas suficientes.
- Aplicación de políticas efectivas de igualdad entre hombres y mujeres, que permitan repartir tanto el trabajo productivo como los cuidados, con políticas de conciliación de la vida personal y laboral.
- Supresión de ayudas a la banca y enjuiciamiento de los responsables de sus fraudes y estafas.
- Banca pública y nacionalización de empresas estratégicas, con medidas de control democrático que aseguren su función social.
- Control de las inversiones españolas en el exterior y severos castigos a las evasión de capitales. Cierre de casinos financieros y paraísos fiscales.
- Reforma fiscal para que paguen más quienes más tienen. Persecución del fraude fiscal de las grandes fortunas.
- Auditoría de la deuda pública e impago de la parte que haya sido contraída de forma ilegítima. Prioridad del Gasto Social frente al pago de la deuda.
- Profundización democrática del sistema político y electoral, sin privilegios y con obligada rendición de cuentas. Mayor participación directa de la ciudadanía en las decisiones. Inhabilitación, de por vida, a cargos políticos corruptos.
- Ampliación de los derechos democráticos, acabando con la creciente represión y con la impunidad de quienes utilizan el miedo y la violencia contra las demandas y protestas sociales.
- Derogación de las leyes, decretos y decisiones gubernativas, aprobadas en los últimos años, que hacen cargar el peso de la crisis a los sectores populares: Reforma Laboral, Reforma de las Pensiones, Reforma Constitucional, Recortes en Educación, Sanidad, Prestaciones por Desempleo, Dependencia, Aborto, Extrangería, Ley de tasas judiciales…
*Es la hora de organizar una gran acción cívica que enderece el rumbo. De construir una sociedad más democrática e igualitaria, con un modelo productivo y económico sostenible ambientalmente, al servicio de las personas. Una sociedad que pueda dejar un mundo habitable, justo y en paz a las generaciones venideras.
POR UN GOBIERNO SOMETIDO AL CONTROL DIRECTO DEL PUEBLO
LOS DERECHOS NO SE VENDEN, SE DEFIENDEN*
MARCHA DE MAREAS 16 de marzo
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