Convivir Sin Racismo denuncia «maltrato físico y verbal» en el CIE de Sangonera
La asociación dice que los internos relatan turnos de guardia de policías «buenos y malos», así como «golpes frecuentes en lugares donde las cámaras de vigilancia no llegan a grabar».
Convivir Sin Racismo denunció este miércoles públicamente que los inmigrantes “encerrados” en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera sufren un trato verbal “incorrecto y denigrante”, así como “maltratos físicos” explícitos, con el caso concreto de un chico al que llegaron a “pisarle la cabeza y a golpearle”.
Se trata de un caso que ahora mismo se encuentra en el Juzgado de control y de vigilancia del CIE, gracias al testimonio que la víctima facilitó a Convivir Sin Racismo. En concreto, el inmigrante relató que recibió “insultos” por parte de los agentes porque no conocía el idioma español y, al recriminar el maltrato verbal, “le agredieron”.
En general, los internos relatan turnos de guardia de policías “buenos y malos”, así como “golpes frecuentes en lugares donde las cámaras de vigilancia no llegan a grabar”. Los policías “malos” les “gritan”, les “tratan mal”, les “cierran la puerta de la habitación de fumadores y apagan el extractor de humos”, o les suben el aire acondicionado hasta conseguir un ambiente “gélido”.
“Por las noches, nos dejan encerrados en las celdas sin posibilidad de ir al baño y, cuando llamas para avisar no abren; mientras puedes oír las risas”, según el testimonio recogido por los miembros de Convivir Sin Racismo, que desarrollan tareas de apoyo y defensa de los derechos de las personas retenidas en el CIE desde julio de 2013, cuando recibieron una autorización judicial que les faculta para ello.
Así lo explicaron en rueda de prensa los miembros de Convivir Sin Racismo, Sandra Martínez, Joaquín García ‘Chipola’, y Leonor Rodríguez, que anunciaron que van a poner el informe a disposición de la Fiscalía y del Juzgado de control y de vigilancia del CIE.
Rodríguez indicó que los malos tratos son “muy difíciles de demostrar” y en el informe solo aparece recogida una denuncia que ha llegado a su fin y que ahora mismo se encuentra en el Juzgado de control y de vigilancia del CIE, gracias al testimonio que la víctima facilitó a Convivir Sin Racismo.
Martínez remarcó que “es muy difícil la denuncia por parte de los internos ya que, para denunciar, tendrían que hacerlo a través de una organización o de una queja”. Los internos, además, “permanecen un breve periodo dentro del CIE, ya que “todos los agredidos son expulsados y pueden quedarse sin castigo”.
A esto se une el temor de los internos a denunciar, por si ese motivo les puede hacer sufrir “más agresiones o más castigo” dentro del Centro, según Martínez, quien explica que estas situaciones se pueden denunciar ante el juez de control, al director del Centro o a través de alguna organización humanitaria.
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