Cuatro mil mayores de Murcia pagarán por servicios sociales del Ayuntamiento

Alrededor de 4.000 personas mayores y discapacitadas deberán abonar una tasa, a partir de ahora, por los servicios sociales que les presta el Ayuntamiento de Murcia. Los primeros en sufrir el nuevo copago –de tres a siete euros al mes– serán los 2.700 usuarios del servicio de teleasistencia municipal. Les seguirán los beneficiarios de la ayuda a domicilio y de los centros de estancias diurnas. MURCIA. El Ayuntamiento de Murcia empezará a aplicar copagos a cerca de 4.000 personas mayores y discapacitadas por las prestaciones sociales que hasta la fecha disfrutaban de forma gratuita. Los primeros en recibir la factura serán, a partir de mayo, los 2.700 usuarios del servicio de teleasistencia municipal, según informan fuentes del Consistorio. Tendrán que pagar entre 3 y 7 euros al mes, dependiendo de su grado de autonomía. A menor discapacidad, más tendrán que abonar.

Este servicio de teleasistencia depende del Ayuntamiento y no debe confundirse con el que ofrece el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) en el marco del sistema de la Dependencia. Las personas valoradas como dependientes por la Comunidad Autónoma ya pagan desde hace dos años por esta prestación. Ahora también lo harán quienes dependen del Consistorio.

Una situación parecida se produce en los tres centros de estancias diurnas de titularidad municipal: Barriomar, Beniaján y Cabezo de Torres. De las 100 plazas disponibles, 80 están cubiertas por beneficiarios de la Ley de Dependencia en v ir tud de un convenio con el IMAS. Estos usuarios ya ‘copagan’ por el ser vicio, pero no ocurre lo mismo con las 20 plazas restantes, que siguen dependiendo directamente de la Concejalía de Bienestar Social y eran hasta la fecha completamente gratuitas. «Para que no haya agravios comparativos, a partir de ahora también se les aplicará copago a estas personas, y se usará el mismo baremo que con los dependientes del IMAS», explican fuentes municipales. De esta forma, los 20 usuarios afectados tendrán que abonar, de media, 150 euros al mes. Pero algunos desembolsarán mucho más. «Nos han dicho que tenemos que pagar 700 euros», se queja Francisco Vera, cuya suegra, que padece alzhéimer y tiene 86 años, acude diariamente al centro de Barriomar. La cantidad es muy alta porque se ha tenido en cuenta, junto a la pensión, el patrimonio a nombre de la anciana.

Aunque el copago es progresivo –pagan más quienes más tienen– solo quienes cuentan con ingresos inferiores a 532 euros al mes están exentos (salvo en teleasistencia, donde todos tienen que asumir el coste). Dependientes con pensiones no superiores a 600 euros mensuales tienen que pagar por los servicios que reciben desde que el Ministerio y la Comunidad Autónoma empezaron a aprobar recortes presupuestarios. Ahora, ocurrirá lo mismo con quienes reciben estas prestaciones desde el Ayuntamiento.

Ayuda a cuidadores

El Consistorio ha informado también de la implantación del copago a los 1.770 usuarios de otro servicio municipal, el de ayuda a domicilio. La Concejalía de Bienestar Social está todavía recabando los datos de capacidad económica de los beneficiarios, por lo que aún no hay cifras de c uántos podrán quedar exentos y cuántos tendrán que empezar a pagar. Tampoco está decidido –aseguran las fuentes municipales– el momento en que se empezará a aplicar la medida. «No hay fechas; será este año pero todavía no puede concretarse», explican. Lo que sí se conoce ya es el baremo a aplicar. Así, y según cálculos facilitados por el Colegio de Trabajo Social, un usuario que disponga de unos ingresos mensuales de 600 euros tendrá que abonar 1,95 euros por cada hora de ayuda a domicilio (el 15% del coste del servicio, fijado en 13,02 euros la hora). A la semana, suponiendo que disfruten de 16 horas de ayuda domiciliaria, el coste ascendería a 31,28 euros. Al mes, la factura sería de 133,92 euros.

El cuarto y último servicio afectado por los ajustes es el de respiro familiar. Está destinado a los cuidadores de personas mayores y dependientes. Durante varias horas al día, un profesional acude al domicilio para que el familiar pueda tener algo de tiempo para sus propias necesidades. Aquí ya hay un copago, pero en 2015 se incrementará, anuncia el Ayuntamiento. 89 usuarios se benefician de esta prestación.

Reducción «drástica»

El Ayuntamiento de Murcia justifica la imposición de todos estos copagos por la reducción «drástica» del dinero que recibe de la Comunidad Autónoma y el Estado para el mantenimiento de estos servicios. La práctica totalidad de municipios de la Región han impuesto ya copagos por este mismo motivo. El equipo de gobierno municipal explica que el 65% del servicio de teleasistencia era financiado hasta 2012 por el Imserso, pero desde entonces ya no se recibe aportación alguna desde Madrid. Estas fuentes no cuantifican, sin embargo, la reducción de la financiación proveniente de la Comunidad.

Los copagos que ahora se pondrán en vigor fueron en realidad aprobados en 2012 e incluidos en los prespuestos de 2013, pero no se han aplicado hasta la fecha porque «no estaban listos los sistemas informáticos» ni los procedimientos, explican estas fuentes municipales.

Centenares de usuarios renuncian a las prestaciones tras conocer la medida

Centenares de personas mayores están renunciando a los servicios tras ser informados de la imposición del copago. En teleasistencia, el 13% de los beneficiarios (más de 300 personas) se han dado de baja, informa el Ayuntamiento. El Colegio de Trabajo Social denuncia que, en esta prestación, «no se contempla exención alguna según el nivel de ingresos».

«Consideramos que los servicios prestados deben contemplar copago, pero también que dicho copago debe adaptarse a las circunstancias económicas y sociales», advierte Lorenzo Gutiérrez, portavoz del Colegio. «Este servicio atiende situaciones de emergencia, inseguridad, soledad y aislamiento», algo que debe tenerse en cuenta. Los usuarios de teleasistencia deberán pagar 7,4 o 3 euros al mes, según su nivel de autonomía, a lo que hay que sumar el coste de la línea telefónica. La primera factura les llegará a los beneficiarios en mayo. La medida se aprobó en realidad en 2012 y se introdujo en los presupuestos de 2013, pero no llegó a aplicarse ese año. El coste previsto para el usuario era de 10, 7 y 4 euros mensuales, pero finalmente se quedará en entre 7 y 3. Esa reducción llevó a la concejal de Bienestar Social, Maruja Pelegrín, a anunciar el pasado mes de octubre «una bajada del 30% en los precios públicos de la teleasistencia». Sin embargo, Pelegrín hablaba sobre una medida todavía sin aplicar, con lo que los ciudadanos no han notado descenso alguno. Lo único que van a percibir en su cartilla los afectados es que donde antes aportaban 0 euros ahora tendrán que poner hasta 7 al mes.