Denuncian maltratos y vejaciones en el centro de extranjeros de Sangonera

Malos tratos y vejaciones, incomunicación con los abogados y los familiares, indefensión, hacinamiento y unas condiciones higiénicas tan lamentables que ni siquiera hay una lavadora en la que quitar la mugre a la ropa interior. Así de crudo es el relato sobre el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Sangonera la Verde que aparece recogido en un extenso informe de la organización no gubernamental Convivir sin Racismo. El documento, presentado ayer, ha sido elaborado a partir de más de 500 entrevistas con internos, y refleja la situación de las instalaciones durante 2015. A finales de ese año se iniciaron unas obras de rehabilitación encaminadas precisamente a mejorar las pésimas condiciones de habitabilidad. Algunos problemas, como el deteriorado sistema de desagües, se han solucionado. Pero otros persisten, asegura la ONG.

Más allá de los déficit materiales del centro, Convivir sin Racismo denuncia la «vulneración» de los derechos de los internos inmigrantes en situación irregular a la espera de expulsión y los casos de malos tratos. Como los que presuntamente sufrió Youssef, un argelino que ingresó en agosto de 2015, tras llegar a España en patera, y con quien se entrevistaron los voluntarios de la ONG. «Pudimos comprobar que se encontraba en una situación física y psíquica lamentable», relata el informe. «Youssef presentaba golpes en la cara y en el ojo, un diente roto, rozaduras en el hombro y las piernas, un pie inflamado y dos fuertes contusiones en la espalda». Según la versión del inmigrante, recibió los golpes cuando fue interpelado por un agente en español, idioma «que no comprende», mientras desayunaba en el comedor del centro. El policía «le empujó» y lo llevó con otros dos funcionarios a una habitación, «donde le golpean». Fue atendido por el servicio médico del CIE, pero no se le realizaron pruebas complementarias «ni evaluación de las heridas».

Fugas y motines

Convivir sin Racismo interpuso una denuncia ante el juzgado de guardia y puso los hechos en conocimiento del juez de control del CIE. «No supimos nada de la resolución del caso y Youssef fue expulsado», lamenta la ONG. ‘La Verdad’ se puso ayer en contacto con la Delegación del Gobierno y con la Policía Nacional para contrastar el contenido del documento, pero ninguna de las dos instituciones hicieron declaraciones. Fuentes de la Policía se limitaron a señalar que ya hay «numerosos informes» que demuestran que las actuaciones en el CIE son correctas.

Agosto de 2015 fue un mes convulso en el centro. Las supuestas vejaciones a Youssef se produjeron, según su versión, el día 15, justo una jornada después de que ocho internos escapasen a través de un agujero en la valla metálica. Dos de ellos fueron capturados en los alrededores, y a otros cinco se les arrestó varias semanas después. El clima en las instalaciones se enrareció. «Había miedo asegura Convivir sin Racismo, pues les hacían culpables de lo sucedido; se sentían hostigados y perseguidos». Se «endurecieron mucho» sus condiciones de estancia, les quitaron los teléfonos y «restringieron su uso». Además, «no les dejaron salir al patio» durante días, «poniendo como excusa el mal tiempo». El viernes 4 de septiembre se produjo un nuevo intento de fuga, mientras que otros internos, que estaban en el salón de fumadores, se amotinaron. «Llegaron policías antidisturbios con cascos con rejilla en la cara y los internos se atrincheraron, poniendo las máquinas de tabaco y de agua delante de las puertas. Cuando la Policía consiguió entrar, empezaron a golpearles», explica la ONG. Pero el informe no solo relata situaciones de violencia en el interior del CIE. También se recoge un incidente durante el traslado a las instalaciones de Sangonera de un grupo de inmigrantes llegados en patera a la costa de Almería. Varias personas intentaron huir del vehículo un autobús a través de la claraboya del techo. La fuga fue repelida a golpes, según la documentación gráfica recogida por Convivir sin Racismo. Uno de los inmigrantes, Faisale, presentaba «un hematoma importante en el ojo derecho», contusión en el tobillo derecho y otro hematoma en el hombro. El juzgado de instrucción número 1 de Almería abrió diligencias.

Internamiento de menores

Pero, además, Faisale aseguraba ser menor, «sin que le hubiesen practicado las pruebas» óseas con que se determina la edad cuando no hay documentos acreditativos. El chico permaneció 25 días en el CIE donde según la ley no deben ingresar menores, ya que no pueden ser expulsados hasta que finalmente el juez dictaminó su salida. Convivir sin Racismo denuncia que no es un caso aislado.

La ONG advierte de que un 30% de quienes pasaron por el CIE en 2015 dijeron ser menores. De hecho, el número de menores de edad llegados en patera a las costas de Almería y Murcia se disparó un 104% en 2015, de acuerdo a los datos recopilados en el informe. Si en 2014 se contabilizaron 44 inmigrantes de menos de 18 años, al año siguiente la cifra se elevó a 90.

Reforma de las instalaciones

El centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Sangonera la Verde, con capacidad para 148 personas, ha sido reformado ante los graves desperfectos que presentaban las instalaciones. Las obras comenzaron a finales de diciembre y obligaron a un cierre temporal. El centro reabrió en marzo, aunque de momento solo parcialmente. En estos momentos hay «unos 40 internos», aseguran desde Convivir sin Racismo. Durante los meses en que el CIE ha permanecido cerrado, los inmigrantes en situación irregular han sido derivados a Valencia.

Convivir sin Racismo lleva desde 2013 accediendo a las instalaciones de Sangonera La Verde gracias a un auto del Juez de Control y Vigilancia del CIE que obligó a la Delegación del Gobierno a permitirle la entrada. Hasta entonces, las peticiones de acceso de la ONG habían sido sistemáticamente denegadas, como también se han rechazado en numerosas ocasiones las solicitudes presentadas por varios medios de comunicación, entre ellos ‘La Verdad’.