Saltar al contenido principal
MURCIA

Divergencias y consensos europeos: acuerdo a favor del modelo del Estado de Bienestar y diferencias entre países en el vínculo de los ciudadanos con la esfera pública

jueves 4 de abril de 2013 Fuente: Fundación BBVA

Enlace Fundación BBVA

Estudio Internacional de la Fundación BBVA: Values and Worldviews
Valores Políticos-Económicos y la Crisis Económica

Los europeos están de acuerdo en mantener el Estado de Bienestar y en un papel más activo del Estado en la economía, pero hay diferencias entre países en cuanto a la vinculación de los ciudadanos respecto de la esfera pública.

Se identifica un grupo de países (Países Bajos, Dinamarca, Suecia) con un mayor nivel de información, asociacionismo, participación, una valoración más favorable de la democracia y un nivel más alto de confianza institucional. Y un segundo grupo, en el que se ubica España e Italia, caracterizado por un menor nivel de asociación y un mayor nivel de desconfianza respecto a las instituciones públicas y sus representantes.

La participación política entre los europeos se canaliza de forma diversa: en Suecia, Dinamarca y Países Bajos la forma más habitual es la decisión individual sobre el consumo o boicot de productos por motivos políticos, éticos o medioambientales; mientras que los españoles destacan por movilizarse de forma colectiva: el 23% había participado en manifestaciones durante el año anterior y un 21% había secundado una huelga.

Los políticos constituyen el grupo social que menor confianza genera en Europa en general y en España en particular (media de 3,0 y de 1,5 respectivamente en una escala de confianza de 0 a 10).

Mantener el Estado de Bienestar es prioritario para un 66% de los europeos (81% de los españoles), aunque suponga pagar impuestos más altos. Los españoles quieren que se incremente el gasto público en sanidad (78%); en atención a discapacitados (75%), mayores (73%) y parados (69%); en educación (65%) y en investigación científica (62%).

Mientras la mayoría de los europeos centran la responsabilidad del Estado en la protección social, los españoles le atribuyen además una mayor responsabilidad en la intervención de la economía: control de precios, beneficios de las empresas y salarios.

Más del 73% de los españoles se siente muy o bastante afectado personalmente por la crisis y ha adoptado medidas de control del gasto doméstico: comprar marcas blancas (75%), recortar en ocio (73%) y alimentación (53%), o recurrir a ahorros para cubrir gastos del hogar (51%).

La mayoría de los europeos está a favor de la diferenciación de los ingresos según el esfuerzo individual, pero entre los españoles un 42% está a favor frente a un 55% que está en contra.

La Fundación BBVA presenta los primeros resultados del Estudio Values and Worldviews, que examina un amplio conjunto de percepciones, actitudes y valores centrales de los ciudadanos de 10 países europeos. El estudio se ha estructurado en dos partes: esfera pública (política, economía), y plano privado (familia, religión, ética).

Se ha encuestado a 15.000 personas de 18 y más años en 10 países de la Unión Europea: Alemania, Dinamarca, España, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa, Suecia. El trabajo de campo ha estado a cargo de Ipsos, y se ha desarrollado entre noviembre de 2012 y enero de 2013. El diseño y análisis del estudio ha sido responsabilidad del Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.

La Fundación BBVA presenta la primera parte de los resultados, en la que se examinan los valores políticos y económicos de los ciudadanos de 10 países europeos y las percepciones y actitudes frente a la crisis económica y la coyuntura sociopolítica. Se busca examinar la interacción entre las valoraciones más contingentes (ligadas al actual período) y los valores más estables.

En un contexto de crisis económica, los europeos buscan una mayor intervención de los Estados en las economías y reclaman que se mantenga el Estado del Bienestar aunque suponga pagar impuestos altos. Coinciden también en la desconfianza que expresan hacia los políticos, de los que se cree que se preocupan más de sus propios intereses que de los de la sociedad.

Sin embargo, los resultados describen distintos modelos de cultura política. Suecia, Dinamarca y Países Bajos se caracterizan por ciudadanos mejor informados, con mayor nivel de asociacionismo y una participación pública mayoritaria que se canaliza por vías como la decisión individual de consumo o boicot de productos por motivos políticos, éticos o medioambientales.. En estos países, esa mayor vinculación con la esfera pública se corresponde con más confianza en la democracia y en las instituciones de la democracia representativa.

Italia y España representan otro modelo en el que los ciudadanos están menos informados, con un bajo nivel de asociacionismo y una participación pública que no alcanza a la mayoría –el porcentaje se incrementa en el segmento de los jóvenes- y que se canaliza mediante recogidas de firmas o movilizaciones colectivas. En estos países la confianza en la democracia, las instituciones y los políticos es menor, pero hay una valoración positiva del voto como la vía por la que los ciudadanos pueden influir en lo que hace el Gobierno.

En cuanto a la crisis, aunque hay consenso sobre su gravedad, la percepción de esa gravedad aumenta en algunos países entre los que destaca España e Italia. La responsabilidad del origen de la crisis y la estrategia para afrontarla marca diferencias entre países.

Entre los principales resultados del estudio, cabe destacar los siguientes:

1 ACTITUDES Y VALORES POLÍTICOS Y ECONÓMICOS GENERALES

Desigual vinculación con la esfera pública en Europa:

Interesados en los asuntos públicos, pero seguimiento muy desigual de la información sobre los mismos a través de la prensa.
Los ciudadanos expresan un alto nivel de interés tanto por los asuntos locales cuanto por los nacionales, los europeos y los mundiales. Sin embargo, la lectura diaria de periódicos es muy desigual: mayoritaria en Suecia, Dinamarca y Países Bajos, mientras que es menor en Polonia, República Checa, Italia y España: el 32% de los españoles declara leer la prensa todos los días frente al 36% de media en los diez países europeos.

Nivel de asociacionismo muy desigual en Europa.
Otro indicador más directo de la vinculación con la esfera pública, el asociacionismo, es muy desigual en Europa: la mayoría en Dinamarca, Suecia y Países Bajos pertenece al menos a alguna asociación, mientras que sólo una minoría declara pertenecer a alguna en España, Italia y, menor aún, en Polonia. En concreto, cerca de 3 de cada 10 españoles pertenecen a una o más asociaciones, destacando las deportivas o recreativas, culturales o artísticas y sindicatos.

Los españoles, los que más participan en manifestaciones.
La participación social y política también es desigual en Europa. La participación en campañas de recogida de firmas es la acción más extendida, seguida de la participación de los ciudadanos en su papel de consumidores, comprando o boicoteando determinados productos por motivos políticos, éticos o medioambientales. Los españoles son los europeos que más han participado en manifestaciones y huelgas en el último año (el 23% y 21% respectivamente frente al 10% y 8% en el promedio europeo). Entre los españoles un 7% se movilizó en respuesta a una convocatoria que recibió vía internet o redes sociales (4% en el promedio europeo).

España se sitúa en un lugar intermedio respecto a su vinculación con la esfera pública:
La vinculación con la esfera pública, medida a través de diferentes indicadores como la lectura de periódicos, el nivel de asociacionismo y el nivel de participación, es claramente mayor en Suecia, Dinamarca y Países Bajos, seguidos de Francia y Alemania. España se sitúa en la parte media-baja, junto a países como Italia, Reino Unido y República Checa, observándose los niveles más bajos de vinculación en Polonia.

La participación aumenta en la población con mayor nivel de estudios.
En Europa en general y en España especialmente, la participación social y política a través de diferentes acciones se acentúa de forma clara entre quienes tienen mayor nivel de estudios, quienes se autodefinen ideológicamente como de izquierda y quienes leen el periódico con una frecuencia diaria.

Actitudes hacia la política y confianza

Distancia de los jóvenes con los partidos políticos.
Mientras que la afiliación a partidos políticos es muy baja en todos los países, el nivel de simpatía con los partidos difiere según países y según segmentos. El nivel de simpatía es muy mayoritario en Dinamarca, Suecia, seguidos a distancia por Países Bajos, y menor en Reino Unido, República Checa y Polonia. En España, el 44% simpatiza con algún partido, porcentaje que varía muy significativamente según la edad: el 59% de los españoles de 65 y más años frente a tan sólo el 35% de los jóvenes de 18 a 34 años.

La valoración del funcionamiento de la democracia difiere entre países.
Mientras que la mayoría de los españoles e italianos creen que la democracia en sus respectivos países funciona mal (media inferior a los 4 puntos en una escala de 0 a 10), los daneses, suecos, alemanes y holandeses expresan una valoración muy positiva (superior a los 6 puntos).

Visión muy crítica de los políticos.
Existe una percepción ampliamente compartida de que los políticos dedican más atención a sus propios intereses que a los de la sociedad. En este contexto, los políticos constituyen el grupo social que menor confianza genera en Europa en general y en España en particular. Por el contrario, médicos, científicos y maestros son los que suscitan mayor nivel de confianza. Los españoles se sitúan entre quienes valoran más desfavorablemente a los jueces, militares, empresarios, religiosos y políticos. La confianza en los políticos en España llega a niveles mínimos (media de 1,5 en una escala de confianza 0 a 10 frente a una media de 3,7 en una medición realizada por la Fundación BBVA en 2005) y los más bajos de todos los países examinados (1,5 frente al promedio europeo de 3.0).

Universidades y partidos políticos, los dos extremos de la confianza institucional.
La confianza institucional en Europa se mueve en niveles medio-bajos. Las instituciones que mayor confianza suscitan son las universidades, el ejército y los tribunales de Justicia, correspondiendo los niveles más bajos a los partidos políticos, los bancos y las empresas multinacionales. España se distancia del promedio europeo por un nivel de confianza mucho más bajo en la mayoría de las instituciones, especialmente respecto al Gobierno nacional, los bancos y los sindicatos.

El modelo de Estado

Amplio consenso en torno al modelo de Estado de Bienestar.
Percepción ampliamente compartida en Europa respecto a que el Estado debe tener un papel muy activo en el control de la economía y el Estado de Bienestar: predomina claramente la preferencia por un amplio sistema de seguridad social, aunque ello suponga pagar impuestos altos, antes que un sistema de seguridad social limitado con impuestos bajos. En España se acentúa esta preferencia (el 81% frente al 66% en el promedio europeo).

La responsabilidad que le atribuyen al Estado excede los servicios propios del Estado de Bienestar.
La preferencia por un papel activo del Estado en la economía se plasma en la responsabilidad que se le atribuye en un conjunto amplio de servicios (especialmente cobertura sanitaria y pensiones) y en el control de algunas cuestiones económicas (beneficios a empresas, precios, etc.). Los españoles destacan claramente por una demanda más extendida e intensa que el promedio europeo.

Papel muy activo del Estado en la economía, compatible con la aceptación de la economía de mercado.
La mayoría cree que la economía de mercado es el sistema más conveniente para el país, al tiempo que también percibe que es la causa de las desigualdades sociales. Mientras que la visión sobre el modelo de Estado es trasversal y no se modifica según ideología, la aceptación de la economía de mercado es mayor entre la población que se declara de derecha que entre la que se manifiesta de izquierda.

La mayoría de los europeos apoya la diferenciación de los ingresos a partir del esfuerzo individual.
En casi todos los países, la mayoría cree que las diferencias en los niveles de ingresos son necesarias para que quienes se esfuerzan más tengan ingresos más altos que quienes se esfuerzan menos, percepción que se acentúa en Dinamarca y Países Bajos. España se aleja de la posición europea, con una mayoría (55%) que aboga por ingresos más equilibrados con independencia del esfuerzo personal, aunque otro alto porcentaje (42%) de la población prefiere la diferenciación de los ingresos en función del esfuerzo.

2 PERCEPCIONES Y ACTITUDES FRENTE A LA COYUNTURA Y LA CRISIS ECONÓMICA:

Percepción sobre la gravedad de la crisis y sus responsables.
Mayoritaria percepción de que la economía internacional está atravesando una grave crisis. En todos los países predomina la percepción de que la economía internacional está atravesando una crisis grave, pero la intensidad de la percepción de la gravedad varía entre países. Los italianos y los españoles y, en menor medida, los franceses y los ingleses, tienen una percepción más acentuada de la gravedad de la crisis económica internacional: más de la mitad la percibe como “muy grave” (en España 7 de cada 10 personas).

División de opiniones sobre la intensidad de la crisis económica nacional.
Existe una distancia valorativa en cuanto a la gravedad de esta crisis según los distintos países. Así, mientras que en España e Italia más del 80% cree que se trata de una crisis económica nacional “muy grave”, este porcentaje se sitúa en torno al 10% en Suecia y Alemania
Los principales responsables de la crisis. Los europeos distribuyen la responsabilidad de la crisis en un amplio conjunto de grupos e instituciones, entre los que destacan los políticos, los bancos, los gobiernos nacionales, los dirigentes de la UE, las compañías financieras y las agencias de calificación. Los españoles destacan de la media europea por adjudicarle mayor responsabilidad en la crisis a las empresas constructoras y menor responsabilidad a “los países del Sur de Europa”.

Las medidas para hacer frente a la crisis dividen a los europeos.
El 39% de los europeos se inclina por hacer ajustes con el fin de cuadrar las cuentas públicas mientras que el 40% cree que es mejor mantener o aumentar el gasto para estimular el crecimiento. Predomina la preferencia por mantener o aumentar el gasto para estimular el crecimiento, especialmente, en España (el 59%), Suecia, Países Bajos y Dinamarca, y también en República Checa y Reino Unido. En Francia y Alemania predomina, en cambio, la preferencia por implementar ajustes para cuadrar las cuentas públicas.

Preferencia por aumentar el gasto público en las áreas de sanidad, la atención a las personas mayores, a las discapacitadas y de educación.
En España, se acentúan estas preferencias, y también creen que habría que aumentar el gasto en la atención a los parados. Los españoles quieren que crezca el gasto público en sanidad (78%); en atención a discapacitados (75%), mayores (73%) y parados (69%); en educación (65%) y en investigación científica (62%)

La crisis y la Unión Europea

Valoración negativa del euro, aunque ningún país quiere abandonarlo.
La mayoría en los países de la Eurozona incluidos en el estudio cree que el euro ha sido algo negativo para la economía de sus países, salvo en Países Bajos. Sin embargo, a pesar de esta valoración negativa que realizan del efecto del euro en las economías nacionales, la mayoría de los ciudadanos se posicionan en contra de volver a la antigua moneda nacional.

Opiniones en contra de un mayor control de la UE sobre la política económica nacional.
La mayoría de la población en todos los países prefiere que cada estado miembro mantenga su propia autoridad económica frente a que la Unión Europea tenga más autoridad sobre las políticas económicas de todos los países miembros de la Unión. Esta preferencia por mantener la propia autoridad sobre sus políticas se acentúa en Reino Unido, República Checa y Suecia.

Impacto personal de la crisis

Los españoles son los que más declaran verse afectados personalmente por la crisis.
La crisis económica es percibida de manera desigual por la población de los países europeos analizados: los españoles, checos, italianos, británicos, polacos, franceses y, en menor medida, los holandeses se sienten “muy” o “bastante” afectados por la crisis económica. Daneses, suecos y alemanes son quienes menos sienten personalmente la crisis. El 73% de los españoles se siente muy o bastante afectado personalmente por la crisis.

La mayoría de los europeos ha desarrollado nuevos hábitos de consumo frente a la crisis.
La mayoría en Europa y, de forma más amplia, en España ha desarrollado nuevos hábitos de consumo con el fin de reducir el gasto del hogar. En concreto y entre los españoles, las medidas más frecuentes han sido comprar productos de marca blanca (75%), reducir los gastos en actividades de ocio (73%) o reducir el gasto en alimentos (53%). Además, un 51% tuvo que recurrir a sus ahorros para cubrir gastos del hogar.

PERFIL DE LOS ESPAÑOLES

Interesados en las noticias de ámbitos nacionales y europeos, pero bajo nivel de seguimiento de la información en la prensa

La economía monopoliza sus preocupaciones y se sienten muy afectados por la crisis. En este contexto, un segmento significativo se ha movilizado durante el último año frente a medidas políticas y económicas (el 23% ha participado en alguna manifestación y el 21% en una huelga), al tiempo que una amplia mayoría ha incorporado estrategias personales de reducción del gasto: más del 70% en el último año ha comprado productos de marca blanca y reducido sus gastos en actividades de ocio, y más del 50% ha reducido sus gastos en alimentos y ha recurrido a sus ahorros para hacer frente a los gastos de su hogar

Se expresa un bajo nivel de confianza en las instituciones políticas y económicas (a las que responsabilizan en gran parte de la crisis), siendo muy marcado el descontento con la clase política (media de confianza en los políticos de 1,5 en una escala de 0 a 10). Muy baja afiliación política, pero un segmento importante (el 44%) siente simpatía hacia algún partido

Aunque se valora negativamente el funcionamiento de la democracia, el voto en elecciones democráticas es valorado como el principal mecanismo para influir en los asuntos públicos

La mayoría apoya la economía de mercado (aunque de forma moderada), al tiempo que están divididos respecto a la diferenciación de los ingresos según el esfuerzo personal (55% se decanta por ingresos más equilibrados con independencia del esfuerzo individual frente a 42% que cree que los ingresos deberían diferenciarse en función del esfuerzo)

Amplio apoyo al Estado de Bienestar (el 81% apoya un Estado que brinde un amplio sistema de seguridad social aunque suponga impuestos más altos), abogando también por amplios mecanismos de intervención del Estado en la economía

Esta amplia demanda de un papel muy activo del Estado cristaliza en el contexto de la crisis: se prefiere aumentar el gasto para estimular el crecimiento antes que implementar recortes para cuadrar las cuentas públicas, son partidarios de mantener o incluso aumentar el gasto en áreas propias del Estado de Bienestar, expresando una fuerte adhesión a medidas de regulación (control de beneficios, regulación de bancos) y de estímulo (subvencionar la contratación de jóvenes, aumentar la inversión pública)

Se valora negativamente (al igual que sus pares de la eurozona) el efecto del euro en la economía nacional pero se rechaza abandonarlo. Aunque la mayoría (55%) desea que España mantenga la autoridad sobre su política económica, un porcentaje significativo (38%) cree que la UE debería tener más autoridad sobre las políticas económicas de todos los países miembros

Los jóvenes españoles se encuentran más distanciados de los partidos políticos (el 35% de los 18 a 24 años simpatiza con alguno de ellos frente al 59% de los españoles de 65 y más años), al tiempo que constituyen el segmento más informado y movilizado.

Comentarios

Aún no hay comentarios

Colegio Oficial de Trabajo Social de la Región de Murcia

C/ Sargento Ángel Tornel, 1

30009 Murcia

(presencial solo con cita previa) de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 h. Tardes cerrado. Horario intensivo.

Redes sociales

Síguenos en

Pago seguro