El PP plantea en el Congreso que se implique a los profesionales sanitarios en la detección de la violencia de género
El PP ha planteado en el Congreso que se implique a los profesionales sanitarios en la detección precoz de la violencia de género, así como la valoración, la actuación y el seguimiento de la violencia de género.
Se trata de una proposición no de ley, que ha sido registrada para su debate y votación en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso, y en ella los populares quieren también que se impulsen mejoras desde las pautas de actuación establecidas en el Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género 2012, desde la coordinación con los colectivos de mujeres afectadas, los colegios profesionales y las sociedades científicas.
El Protocolo Común para la Actuación Sanitaria ante la Violencia de Género se aprobó por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 20 de diciembre de 2012 con el fin de ofrecer una atención integral (física, mental y emocional) a las mujeres maltratadas.
Según esgrime el PP, el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) ha hecho público El abordaje médico de la violencia hacia las mujeres y sus hijos e hijas, un informe en el que califica el maltrato doméstico como “un problema sanitario”, dados los daños que provoca tanto en la salud física, como en la psíquica y la sexual de las mujeres afectadas y sus hijos e hijas en el corto y el medio plazo.
De acuerdo con el COMB, el PP defiende que las lesiones físicas se manifiestan principalmente en forma de trastornos funcionales y traumatismos. “Los daños psicológicos se traducen en depresiones, ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria y dependencia de sustancias como el alcohol y los psicofármacos, que en ocasiones dan lugar a adicciones en las personas afectadas”, detallan los populares.
En cuanto al deterioro en la salud sexual y reproductiva, el PP señala que el COMB hace referencia a las enfermedades de transmisión sexual, las gestaciones no deseadas y las interrupciones voluntarias del embarazo como perjuicios más habituales.
En palabras del COMB, cita igualmente que el documento explica que la violencia doméstica afecta a mujeres de todas las edades, niveles económicos y educativos, que los comportamientos hostiles y violentos del agresor son identificables en las consultas, y que el informe médico de las víctimas adquiere gran relevancia desde la perspectiva legal.
“De ahí la importancia que tiene una actitud proactiva de los facultativos en la detección de la violencia de género, incluyendo preguntas orientadas a la localización de este problema en la anamnesis de la historia clínica”, reseña el PP.
El 40% de los suicidios, relacionado con la violencia de género
Es más, sostiene que el COMB expone también que las secuelas de la violencia machista persisten durante años una vez finalizado el maltrato, indicando así que, entre el 20 y el 40 por ciento de los suicidios en la población femenina están directamente relacionados con la violencia de género.
Además, subraya que los menores suelen ser espectadores silenciosos del maltrato machista y entre el 30 y el 60 por ciento de los hijos de mujeres maltratadas sufren abusos al mismo tiempo que lo hacen sus madres.
Finalmente, el PP destaca que en España, en 2011, el 10,9 por ciento de las mujeres reconoció haber sufrido malos tratos en alguna ocasión, y según datos del Ministerio de Sanidad, el 3 por ciento admitía estar siendo maltratada.
Al final del documento, se recogen las siguientes conclusiones:
La Violencia de Género produce efectos y daños en los diferentes aspectos de la salud física, psíquica y sexual de las mujeres y sus hijos a corto y largo plazo.
Los comportamientos hostiles y violentos del agresor son observables e identificables e incluyen conductas de abuso emocional, agresiones físicas y sexuales.
La detección precoz de la Violencia de Género es clave para poder tratar de evitar que esta situación se mantenga y produzca más daños en la salud de la mujer y sus hijos.
Los médicos deben tener una actitud proactiva en la detección de la Violencia de Género, incluyendo en la anamnesis de la historia clínica preguntas orientadas a esta detección de forma habitual.
Cualquier situación de maltrato aunque sólo sea una sospecha se comunicará a Trabajo Social, que se encargará de informar a la mujer de los recursos que hay disponibles para ayudarla.
El protocolo de atención a la mujer que sufre Violencia de Género debe incluir la evaluación y la atención a la salud de sus hijos.
La denuncia de la mujer víctima de Violencia de Género es la posibilidad que hay de conseguir impedir, reprimir y sancionar la conducta violenta del agresor.
El informe médico de la asistencia debe recoger el relato completo y la exploración física y psíquica completa de las lesiones que presente la víctima.
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