«En Siria lo teníamos todo»
Un matrimonio sirio que reside en Murcia relata el terrible panorama que están viviendo sus compatriotas y que les empuja a salir del país.
«Siempre me he sentido arropado por la gente de España». Tal fue la buena cogida que tuvo Bilal al llegar a Murcia que asegura tener «el corazón dividido entre España y Siria. Aquí, mi mujer, mis hijos y una tierra que me ha dado muchas oportunidades. Pero allí, están mis raíces».
Hace más de cuatro años que, por motivos de trabajo, Bilal no viaja a Siria a visitar a su familia. Sin embargo, su esposa, Manal Chamout, y sus hijos regresaron a España hace dos semanas después de una estancia de dos meses en Latakia. Se trata de una ciudad costera, cuna de la familia del presidente Bachar el Asad, que durante los últimos años ha vivido al margen de la guerra y que ahora se ha convertido en un bastión objetivo de las milicias rebeldes. «No vamos a volver. No de momento. Latakia siempre ha sido un
lugar tranquilo al que llegaban turistas cada verano, era como la Marbella de Siria», recuerda con brillo en los ojos Manal. Sin embargo, la realidad con la que se encontró ensombrece el tono de su discurso: «Hemos pasado dos meses allí, ya no había fábricas y la última semana tuve miedo de verdad. Había muchos cortes de agua y apenas una hora de luz eléctrica. Pero no es lo peor. Cayeron alrededor de diez bombas en siete días y tuve que engañar a los niños y decirles que estábamos en fiesta, que era la feria, aunque no podíamos salir a la calle». Manal recuerda el temor que sintió durante esos últimos días al ver cómo Latakia, una de las últimas ciudades «relativamente seguras» de Siria, se conver tía poco a poco en un lugar peligroso. «Escuchaba las explosiones, a veces muy cerca, y pensaba: ‘la siguiente bomba puede caernos encima’».
Ayudar a los refugiados
El matrimonio se siente «muy afortunado» por no encontrarse entre los miles de refugiados que tratan de salvar sus vidas. Por ello, esperan tener la oportunidad de ayudar a los refugiados que próximamente llegarán a Murcia. «A pesar de que la situación en España es complicada por la crisis, es preferible venir y poder hablar y vivir sin miedo; aunque haya que empezar de cero y dejar tu vida y tus recuerdos allí para siempre».
A la pregunta de cuándo creen que podrán volver a Siria, el matrimonio confiesa que no tiene demasiadas esperanzas. «La gente está sufriendo, todos tienen sobre sus hombros un muerto y el miedo de convertirse en el siguiente. El conflicto no va a terminar». Bilal tiene «serias dudas de que Europa sea capaz de detener la guerra, pero hay que conseguir una vida mejor para todas esas familias que podrían ser la nuestra y que ahora buscan un nuevo horizonte lejos del ruido de las bombas».Comentarios
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