Hay padres que abandonan a sus hijos en la Arrixaca
Con un promedio de tres casos al mes.
Una niña pasó dos meses dada de alta y sin que nadie fuera a recogerla.
En la ciudada sanitaria de Murcia, como en los grandes centros sanitarios, vienen dando frecuentemente casos de abandono de los enfermos por parte de sus familiares, y de despego de padres de niños hacia éstos, casi siempre en niños con rechazos sicológicos, con problemas graves.
Según nos manifestanban las dos asistentes sociales de la Ciudad Sanitaria “Virgen de la Arrixaca”, se puede establecer un promedio de tres casos de estos al mes, “aunque casos de despreocupación, no abandono total, hay más”.
A mediados de esta semana, en la sala de infantiles, un niño con el alta médica dada hace tres días esperaba que sus padres u otros familiares vinieran a recogerlo. Pasó la hora de visitas y tampoco el niño pudo salir. Las enfermeras nos decían que la madre suele venir a verlo una vez por semana, “por lo que esperamos que el niño sea recogido”.
Últimamente, y en infantiles, han tenido que llamar a los familiares para que acudan a recoger a los niños en cinco ocasiones. En el mes de junio una niña de cuatro años, natural de Almería y que se encontraba en la Unidad de Quemados, pasó dos meses dada de alta en esta Ciudad Sanitaria sin que nadie llegara por ella. Las asistentes sociales tuvieron que dar parte a la Guardia Civil para que los hombres de la Benemérita se presentaran en el domicilio paterno y comunicaran a sus progenitores que deberían ir a por la pequeña.
Pero frente a estos dolorosos casos de despego, rechazo y casi abandono total, tenemos otros de verdadero amor hacia sus hijos, como el que pudimos presenciar de una madre (con domicilio en Águilas) u qie diariamente acude a la Ciudad Sanitaria a dar de comer a s hija de cuatro meses, mongólica.
Muy humana y a veces agotadora es la labor de las dos asistentes sociales de la Ciudad Sanitaria “Virgen de la Arrixaca”. Mari Paz García-Longoria y Concepción Sagarra realizan estudios sobre esta problemática de abandono de enfermos. La primera de ellas se ocupa de maternal e infantil y lleva cuatro años en Murcia. La segunda, destinada en la planta de general, se incorporó (procedente de Puerta de Hierro, Madrid) el pasado mes de octubre. Entre la labor de estas asistentes sociales está la de observar si los familiares acuden a visitar al enfermo, si existen problemas entre ellos, si hay casos de malos tratos, problemas conyugales, etc.
Varioos son los niños que tuvieron que ser ingresados a causa de fuertes palizas de sus padres, “uno de ellos tenía siete meses, y aunque los padres manifestaban que el niños se había golpeado al caer, se apreciaba claramento que había sido una paliza la que le produjo las graves heridas por las que tuvo que ser internado. Sobre este caso, en particular, con un informe médico dimos parte al Juzgado. Además de estas palizas lo que sí observamos más frecuentemente es el abandono síquico, el dejarlos aislados. Nosotras no tratamos solo de hacer un estudio, queremos y deseamos algo más positivo”.
Según un informe al que LA VERDAD tuvo acceso, vimos que en el último trimestre de 1980 haya registrados cuatro casos de abandono y malos tratos, y cinco con problemas a la hora de ser dados de alta, problemas derivados a que el el niño se encuentra sin que nadie vaya a recogerlo.
“Por desgracia hay muchos casos que pasan totalmente desapercibidos, por esta razón a partir de octubre se enfocará este trabajo de las asistentes sociales de otra forma. La maoría de casos de niños abandonados son hijos de madres solteras, de mujeres separadas, y de padres alcohólicos. Lo triste de esto es que en la mayoría de las veces, en teoría son estos niños futuros delincuentes. No están abandonados físicamente, por lo que no se les puede adoptar, y siguen viviendo en estos ambientes donde les falta cariño y dedicación por parte de sus padres”.
Según la Organización Mundial de la Salud debería haber un asistente social por cada cien camas, pero en la Ciudad Sanitaria (con 974 camas) solo hay dos asistentes sociales. La labor de ellas no solo es con los enfermos, sino también con el personal.
“Lo peor de todo es que hacemos un estudio, unos trabajos, pero después todo nuestro esfuerzo se ahoga en el formulismo existente. Un estudio por el que hicimos patente la necesidad de contar con una maestra en infantiles se acabó en 1980, y a estas fechas aún no ha salido para Madrid, pese a que la junta de gobierno de la Ciudad Sanitaria le dio el visto bueno”.
“No dejan teléfono ni dirección”
De los niños pasamos a los ancianos, a los casos “crónicos” como Maripa Paz y Concepción llaman a los que pueden estar en casa y son llevados a la ciudad sanitaria.
“Este verano han sido muchos los casos de ancianos que fueron dejadosen la Ciudad Sanitaria. Los familiares se van de veraneo y no nos dejan ni teléfono ni dirección para casos de avisos. Buscan al médico de urgencias y les dicen que el enfermo se encuentra mal, lo traen aquí, y aquí se quedan hasta que finaliza el verano. Nosotros les hacemos ver que no somos tontos, que nos damos cuenta de lo que hacen”.
A partir de ahora la vida del niño ingresado en la Ciudad Sanitaria cambiará; según las asistentes sociales, “se mejorará un poco las condiciones de vida del niño ingresado. Los más mayores tendrán proyecciones de películas, se les contarán cuentos, y de esta forma no se sentirán solos todo el día y sin nada que hacer. Son muchos los que pierden muchos días de colegioentre ingresos y reingresos, por eso una maestra se ocupará de darles clase. Nuestra idea es que no pierdan el ritmo, que no se desconecten del ambiente normal. Sicólogos, estudiantes y maestros voluntarios serán los encargados de hacer más feliz la vida de estos niños ingresados en la Ciudad Sanitaria.
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