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MURCIA

In Memorian a Maribel

miércoles 17 de diciembre de 2014 Por Ascensión Martínez Valverde

“No es en la resignación en la que
nos afirmamos, sino en la rebeldía
frente a las injusticias.”

Paulo Freire

Ya han pasado 30 años desde que dejó esta vida la que fue mi mejor amiga y una gran profesional y, con la que compartía, además de un gran afecto, el amor y la vocación por el Trabajo Social.

Escribo este pequeño artículo para hacer extensivo al mundo el reconocimiento a la labor profesional que llevó a cabo esta gran amiga a su paso por el Ayuntamiento de Lorca, provincia de Murcia, donde prestó sus servicios como trabajadora social durante casi tres años., participando de forma determinante en la creación de las bases de lo que, mas tarde, se convertiría en la estructura de toda la red de Servicios Sociales que se desarrollarían en Lorca meses después de su muerte y, que aún hoy perduran como tales..

María Isabel Gutiérrez Gómez, conocida por todos como Maribel, nació en Cartagena el 8 de Enero de 1958 y falleció el 21 de junio de 1984. Cursó sus estudios de Trabajo Social en la Escuela de Asistentes Sociales “Virgen del Remedio” de Alicante. Tan pronto finalizó sus estudios y comenzó a trabajar se colegió en Murcia, teniendo el nº 49, según información facilitada por el Colegio de Trabajadores Sociales de esta ciudad. Ella tuvo muy claro, en todo momento, la importancia de estar colegiada.

Tras finalizar sus estudios, Maribel fue contratada en el Ayuntamiento de Lorca en Octubre de 1981 y fueron renovándole los contratos hasta el 8 de junio de 1984, aunque continuó prestando sus servicios al Ayuntamiento, fuera de contrato, hasta unos días antes del fatídico día de su muerte.

Durante su corto periodo laboral, trabajó intensamente, codo con codo, junto con, la entonces Concejal de Bienestar Social y recientemente fallecida también, Juana Martínez Soriano. Ambas, pioneras en el mundo de lo social en el Ayuntamiento de Lorca. Comenzaron su andadura, planificando el trabajo juntas y poniendo en marcha con entusiasmo y tesón las bases del Sistema de Bienestar Social, que más tarde se materializaría, con la creación del Consejo Municipal de Servicios Sociales, influyendo directamente con sus aportaciones en la configuración, a partir de entonces, del modelo actual de servicios sociales municipales, que se caracteriza por su proximidad y accesibilidad, cualidades que no les faltaron a estas dos pioneras.

Maribel, esa gran mujer que derrochaba vitalidad y alegría, transmitió su entusiasmo, su cariño y su buen hacer profesional a la población más desfavorecida de los barrios altos de la ciudad, en esos momentos difíciles, de transición, en lo que todo estaba por hacer, en esos momentos en los que se fue gestando el Sistema Público de Servicios Sociales para garantizar el derecho de los ciudadanos a una mejor calidad de vida y para luchar contra la marginación y la exclusión social, Maribel se enfrentó a muchos problemas para realizar con toda la profesionalidad que le caracterizaba, su labor social, en medio de una administración que no acostumbraba a que cierta población acudiera a las dependencias municipales y que hicieran cola para ser atendidos por la Asistente Social frente al resto de despachos del Ayuntamiento. Hasta que, al fin, le asignaron un espacio propio al margen de los demás despachos, dedicados a otros servicios que prestaba el Ayuntamiento.

Además de pionera en el ámbito de la atención primaria en los servicios sociales, fue también pionera como Trabajadora Social en el Centro de Asesoramiento a la Mujer y la Familia, donde, por esos años, prestaba también sus servicios. Este Centro formaba parte de la Red de Centros de Planificación Familiar que se crearon en toda la Región de Murcia.

De este modo, también Maribel hizo trabajo Social comunitario, llevando, al extenso territorio del municipio de Lorca, toda la información sobre el Centro de Asesoramiento a la mujer y la Familia, mediante charlas informativas para dar a conocer los servicios que se prestaban en el mismo. ¿Quién hasta ese momento, había hablado a la población de los métodos de planificación familiar? La mayor parte de las veces, las reuniones informativas se hacían en el único local social de que disponía la pedanía, en el bar, en su mayoría con concurrencia masculina, ya que muy pocas mujeres acudían y todos se sorprendian de que una mujer joven les hablara de métodos anticonceptivos. Muchas fueron las anécdotas que en su dia me contó al respecto, pero no vienen al caso ahora.

A nivel profesional también tuvo una incursión en el ámbito privado, participando en “Núcleo”, una Cooperativa de Planificación Familiar que se creó en Murcia.

De repente, esa excelente trayectoria profesional, que apenas comenzaba, se vio truncada por el fatídico accidente de coche que provocó su muerte, sin dejarle ver materializados todos los proyectos iniciados y defendidos en Plenos municipales junto a la Concejal y que más tarde llevarían a cabo otros profesionales.

Grato ha sido mi sorpresa al poder leer una referencia hecha a mi querida Maribel en el libro “Mujeres en la Historia de Lorca” de Rosalía Salas, dedicado a todas esas mujeres que han influido directa y positivamente en la reciente historia de Lorca.

Maribel fue mi gran amiga. Tuve la dicha de conocerla bien. Cuando recién llegué a la Escuela de Asistentes Sociales de Alicante en el año 1979, encontré a Maribel, que buscaba una chica para completar piso y, tras una larga e interesante conversación, me decidí a compartir casa con ella sin pensarlo dos veces. En aquel momento, ella estaba cursando tercero y terminaba la carrera ese año y yo la empezaba. Encontrarme con ella en mi camino, fue lo mejor que me pudo suceder, ya que me sirvió de guía y apoyo en muchos aspectos de mi vida: era la primera vez que yo vivía lejos de mi familia.

Muchas noches pasamos hablando de todo lo que nos preocupaba e interesaba. Muchas horas pasamos juntas, escuchando “el gato que está triste y azul” de Roberto Carlos o paseando por la playa del Postiguet, cantando “Alfonsina y el mar”. Nuestra buena relación no acabó con el curso. Mantuvimos nuestra profunda amistad hasta el final de sus días. Por razones del destino, Maribel se trasladó a trabajar a Lorca, mi ciudad natal, con lo que nos fue muy fácil continuar relacionándonos con mucha frecuencia y nuestra amistad fue creciendo en intensidad. Seguí de cerca todos sus avances y progresos, todas sus dificultades e incertidumbres; sus infra contratos y salarios precarios. No, en pocas ocasiones, sus padres tuvieron que ayudarle económicamente para poder llegar a fin de mes. Tras el último contrato, esperaba que mejorarían sus condiciones laborales a la vuelta de sus vacaciones. Era muy positiva.

El día antes de su partida a Marruecos, un viaje en el que había puesto muchas esperanzas, en relación a su futuro personal y afectivo, nos despedimos con gran alegría, celebrando que yo había aprobado en el concurso oposición para una plaza de Trabajadora Social en el Ayuntamiento de Murcia. Al día siguiente, un trágico 21 de junio de 1984, durante el viaje, fallecieron ella y todos los ocupantes del vehículo. Su inesperada y repentina muerte fue un duro golpe, difícil de olvidar, para quienes la conocimos y la quisimos. Su definitiva desaparición de nuestras vidas, supuso para todos una gran pérdida. El Trabajo Social, en parte, quedó huérfano.

Me permito la licencia de dedicar este último párrafo para expresarle mi agradecimiento y elevar a público un pequeño homenaje que considero todos le debemos.

Maribel, con estas sencillas palabras llenas de cariño, quiero agradecerte tu presencia en mi vida, la alegría que me transmitiste, tu incondicional amistad y tu cariño. Me ayudaste a descubrir en mí y a pulir poco a poco algunas de las grandes cualidades personales y profesionales necesarias para llegar a ser una buena trabajadora social como son entre otras: la escucha activa y el trato a las personas como alguien único y especial. La calidad humana que transmitías a todos los que tratabas, siempre será recordada, porque sabías encontrar y fomentar las mejores capacidades y potencialidades en cada una de las personas que se acercaban a ti.

Querida Maribel, te llevo siempre en mi corazón.

Ascensión Martínez Valverde

Murcia a 17 de diciembre de 2014

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