La expansión del VIH se contiene en la Región

87 personas descubrieron el año pasado en la Región que son portadoras del VIH, el virus que desencadena el sida. El número supone un descenso con respecto a temporadas anteriores, lo que viene a confirmar una tendencia a la baja que comenzó en 2010, año en que se detectaron 121 casos. En total, entre 2009 y 2013 se han contabilizado 533 nuevas infecciones en la Región. Los datos aparecen recogidos en el último informe sobre VIH-Sida que ha elaborado el Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad. El documento, al que ha tenido acceso ‘La Verdad’, concluye que los diagnósticos experimentan una evolución «ligeramente descendente», y recuerda que la incidencia es en Murcia inferior a la media nacional. Así, mientras en el conjunto de España hubo 97,1 nuevos casos por cada millón de habitantes entre 2009 y 2013, en la Región esa tasa fue de 72,8.

El primer análisis de la estadística es positiva: el VIH parece haberse contenido en la Región. «Mi percepción es que, efectivamente, el virus permanece estabilizado», señala Alfredo Cano, jefe de Enfermedades Infecciosas del hospital Reina Sofía. Sin embargo, los expertos recuerdan que bajar la guardia sería un gravísimo error. Para empezar, los descensos deben leerse con cautela. «Una variación entre un año y otro no es realmente significativa», advierte Cano.

Otras voces cuestionan directamente la reducción que recoge el informe. No porque el estudio no sea riguroso, que sí lo es, sino porque creen que la falta de campañas de prevención y la inexistencia en la Región de centros que ofrezcan pruebas rápidas, capaces de detectar en poco más de 20 minutos si el paciente es portador del VIH, conllevan unas elevadas tasas de infradiagnóstico. Bartolomé de Haro, presidente del Comité Antisida y gerente de Apoyo Activo, asociación que presta orientación psicosocial en el hospital Virgen de la Arrixaca, advierte de que en la Región hay muchos seropositivos que se han infectado en los últimos años y no son todavía conscientes de ello. «Si algo permanece oculto, no existe y no aparece en la estadística, así que es muy difícil que los datos que se recogen sean verdaderamente fiables», alerta. El presidente del Comité Antisida se apoya en una cifra que es incontestable: el 51% de los diagnósticos de VIH entre 2009 y 2013 han sido tardíos. Es decir, se produjeron cuando ya hay recomendación de tratamiento antirretroviral por la inmunosupresión que provoca el virus. El in-

forme de la Consejería recoge datos desde 2009, cuando se puso en marcha el Sistema de Información de Nuevos Diagnósticos de Infección por VIH (SINIVIH). Hasta entonces, la extensión del virus en la Región era un auténtico enigma, porque los casos no se registraban. Murcia fue, de hecho, una de las últimas comunidades en poner en marcha un sistema de este tipo. Ahora, los expertos en salud pública disponen por fin de información real, más allá de que el infradiagnóstico pueda provocar alguna distorsión.

Esa información permite comprobar, entre otras cosas, que si hasta 2011 la mayoría de transmisiones se producían por relaciones heterosexuales, desde ese año son las relaciones sexuales entre varones sin protección las que más casos provocan. En 2013, ésta fue la causa de contagio en el 56% de los casos. La tendencia es similar en el resto de España. «Los datos confirman la percepción que tenemos en las consultas», explica el jefe de Enfermedades Infecciosas del Reina Sofía, Alfredo Cano. «Quizá la gente ha minimizado el riesgo porque piensa que no es tan grave infectarse», subraya. Pero el VIH sigue siendo algo muy serio y el sida una enfermedad que afecta gravemente a la calidad de vida aunque pueda convertirse en crónica.

De nuevo, Bartolomé de Haro advierte de que los datos deben leerse con prudencia: «El diagnóstico tardío es mayor entre heterosexuales, y las campañas de prueba rápida van dirigidas sobre todo al colectivo homosexual. Esto puede provocar que entre estos últimos haya más casos detectados».

El 80% de los murcianos diagnosticados de VIH desde 2009 son hombres, y el mayor número de casos se concentra entre los 30 y 34 años, aunque hay también un número importante de jóvenes veinteañeros. Las vías de transmisión son diferentes según la edad. Así, mientras el 73% de los seropositivos de entre 20 y 24 años son hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, entre los mayores de 50 años los heterosexuales representan más de la mitad de los casos.

Vulnerabilidad y exclusión

Un tercio de los nuevos diagnósticos corresponden a inmigrantes. En su informe, el servicio de Epidemiología alerta de que se trata «de un grupo actualmente muy vulnerable por el riesgo de exclusión del sistema sanitario», en referencia a la reforma que en 2012 dejó sin derecho a tarjeta sanitaria a los extranjeros en situación irregular. Además, los epidemiólogos recuerdan que hay diferencias en cuanto a la vía de transmisión. Mientras entre los españoles predomina el contagio por relación homosexual, las relaciones heterosexuales representan el 68% de los contagios entre los foráneos. «Las personas extranjeras infectadas por VIH parecen presentar características diferenciadoras respecto a los españoles– señala el documento–; esto evidencia la necesidad persistente en la Región de diseñar campañas educativas que contemplen la diversidad cultural en aras a una mayor efectividad en el uso del preservativo y las medidas terapéuticas».

ASÍ LO VEN LOS EXPERTOS

Alfredo Cano Jefe de Infecciosas del Reina Sofía
«Tenemos a muchos chicos muy jóvenes, de entre 18 y 20 años, en nuestras consultas»

Bartolomé de Haro Presidente del Comité Antisida «Es difícil que los datos sean fiables; faltan campañas y hay mucha gente que no está diagnosticada»

La mitad de los pacientes son diagnosticados tarde

Los expertos insisten en la necesidad de mejorar las estrategias de prevención y de facilitar el acceso a la prueba.

Es la gran preocupación de todos los expertos: la mayoría de los diagnósticos de VIH llegan demasiado tarde, cuando el paciente ha empezado ya a verse afectado por la inmunosupresión y cuando ha podido transmitir el virus a otras personas por falta de protección al desconocer que es portador. La detección precoz es vital para garantizar la calidad de vida del enfermo y para evitar la extensión del virus. Pero la Región sigue ofreciendo datos muy negativos en este sentido. El 51% de quienes descubrieron entre 2009 y 2013 que eran seropositivos lo hicieron cuando ya eran susceptibles de recibir tratamiento antirretroviral. Más aún, el 35% fue diagnosticado «en estadios avanzados de la infección», advierte el informe del Ser vicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad.

«El diagnóstico tardío es más frecuente en mujeres (56%) que en hombres (44%)», señala el documento. Pero, en realidad, no es el sexo el factor determinante que explica la mayor o menor rapidez en la detección del virus, sino la vía de transmisión. La población homosexual parece más concienciada de los riesgos, de forma que acude antes a hacerse la prueba cuando mantiene relaciones sexuales sin protección. Así, mientras entre los varones gays y bisexuales el diagnóstico tardío afecta al 33% de los casos, entre los heterosexuales el porcentaje se dispara al 60%.

También la nacionalidad de origen tiene su influencia. Entre los extranjeros hay más tardanza en hacerse la prueba, como demuestra el hecho de que el 54% de ellos descubren que son seropositivos cuando ya hay recomendación de tratamiento antirretroviral. Los epidemiólogos creen que influye la cultura de origen: el retraso diagnóstico es mayor entre los inmigrantes heterosexuales que entre los españoles de esa misma orientación sexual.

Peor que la media

La Región presenta peores datos que la media, ya que mientras en Murcia la detección tardía afecta al 51% de seropositivos, en el conjunto de España el porcentaje se sitúa ligeramente por debajo del 50%. Bartolomé de Haro, presidente del Comité Antisida, advierte de las consecuencias de esta situación, ya que cuanto más se tarda en el diagnóstico más probabilidades hay de nuevos contagios y peor pronóstico tiene el paciente.

La Región sigue sin contar con pruebas rápidas (un test que permite confirmar la presencia del virus en apenas 20 minutos) más allá de la labor que hace el Comité de Ayuda a las Trabajadoras del Sexo (CATS) entre quienes se dedican a la prostitución. También el colec tivo de gays y lesbianas No te prives ofrece esta prueba en determinados periodos del año. Pero De Haro denuncia que no hay un acceso generalizado a la población y que ello supone un obstáculo que retrasa los diagnósticos, porque la única opción es acudir al centro de salud y pedir una analítica, algo que para mucha gente supone un freno. «En Madrid hay educadores en algunos ambulatorios que trabajan específicamente este tema y llevan a cabo este test rápido. Aquí no hay nada. No hay una política preventiva», lamenta.