La lista de espera de la Dependencia se reduce un 42% en solo doce meses

Tras el parón sufrido durante años de duros recortes, el sistema de la Dependencia se ha reactivado en la Región. Es la principal conclusión que se extrae del aumento de beneficiarios experimentado desde el verano pasado y de la notable reducción de la lista de espera. Según datos del Ministerio de Sanidad y Servicio Sociales actualizados a 31 de julio, 31.104 personas reciben en Murcia ayudas o servicios de la Dependencia. Son 4.293 beneficiarios más que justo hace un año, lo que representa un incremento del 16%. Paralelamente, la enorme bolsa de dependientes que durante dos, tres o incluso cuatro años han permanecido a la espera de acceder al sistema se ha reducido un 42%. Si en julio de 2015 había 14.351 personas a la cola, ahora son 8.228 las que permanecen en esa situación. Con todo, esa cifra implica que dos de cada diez dependientes siguen a día de hoy sin acceder a las ayudas a las que tienen derecho.

La fuerte caída en las demoras se explica por la incorporación de nuevos beneficiarios tras años de bloqueo, pero también por una depuración de la estadística, de la que se han eliminado personas fallecidas que permanecían en el sistema sin ser dadas de baja. Centenares de ancianos y enfermos han muerto en la Región sin llegar a recibir –por culpa de la paralización de sus expedientes– las prestaciones a las que tenían derecho.

La Dependencia renace pues de sus cenizas, aunque lo hace convertida en un sistema más modesto del que se ideó en un principio. Los recortes y el copago han reducido el importe de las prestaciones económicas previstas en la ley, y los requisitos de acceso se han endurecido. Los familiares cuidadores, además, se han quedado sin cotizar a la Seguridad Social. Pero, más allá de lo que se ha quedado en el camino de la crisis,

la mejora experimentada en el último año es innegable, a la luz de los datos. Los 31.104 beneficiarios con que cuenta hoy la Dependencia en la Región representan una cifra récord, fruto tanto del desbloqueo de los miles de expedientes de dependientes de grado III y II que el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) mantuvo paralizado durante años, como de la incorporación al sistema de los dependientes de grado I (el más leve), a los que se les cerró la puerta hasta el pasado verano por decisión del Gobierno central. De esta forma, actualmente el 91,8% de los dependientes valorados como grado III o II están recibiendo las ayudas, frente a un 8,1% (2.507 personas) que continúan a la espera. Murcia, que hace un año era la tercera comunidad autónoma con más demoras para los dependientes de grado III y II, ha pasado ahora a ser la tercera con menor lista de espera, en términos proporcionales. Solo Castilla y León y Madrid presentan mejores datos.

El grado I, pendiente

La gran asignatura pendiente es la incorporación de los dependientes más leves, de grado I. Todavía el 66% de ellos –5.721 personas en total– permanecen a la espera. Murcia empeora, en este caso, la media nacional. El Colegio de Trabajo Social, que aplaude la mejora experimentada en la gestión de la Dependencia en el último año, denuncia que las incorporaciones del grado I se están haciendo «con el incumplimiento del plazo máximo de seis meses» en la tramitación de las ayudas, «sin reconocer todos los atrasos por los incumplimientos de plazo y sin información al respecto».

Todas las personas que tenían valorado el grado I antes de julio de 2015 –cuando se levantó la paralización a la que el Gobierno central había sometido sus expedientes– deberían estar recibiendo las ayudas desde enero «como muy tarde», de acuerdo a los plazos de la ley (seis meses de tramitación), advierten los trabajadores sociales. Hay, además, personas a las que «se les tendrían que reconocer atrasos» porque se les aplicó la paralización cuando, de acuerdo a los plazos, ya deberían estar disfrutando del servicio, añade la institución colegial.

«Miles de personas con grado I se han sumado a la espera de resolución en la misma fecha. Era un dato conocido por la Administración y debía estar planificado y presupuestado», lamenta el Colegio. En cualquier caso, los trabajadores sociales reconocen que la incorporación de personas al sistema se ha acelerado en el último año, y confían en que no se repita con estos dependientes la situación de colapso que tuvieron que afrontar los valorados como grado III y II.

Aumento en prestaciones

La reactivación del sistema de la Dependencia experimentado en el último año se deja notar en casi todas las ayudas y servicios previstos en la ley. La prestación económica al cuidador llega a 21.087 personas, un 14,2% más que en julio de 2015. El IMAS ha sacado del limbo a miles de personas que llevaban esperando más de dos años y que se habían visto afectadas por la paralización en la tramitación de sus expedientes. También se ha empezado a pagar a 1.305 dependientes a los que el IMAS negó en su día la ayuda al aplicarles unos requisitos de acceso muy restrictivos que habían sido aprobados después de que los afectados hubiesen presentado su solicitud. La Comunidad tuvo que dar marcha atrás en esta polémica medida después de un rosario de sentencias judiciales, como desveló entonces ‘La Verdad’.

Otros muchos dependientes han acudido en los últimos años a los tribunales para exigir el pago de atrasos que el IMAS les negaba. ‘La Verdad’ se ha ido haciendo eco de numerosas sentencias que les han dado la razón. Aunque la Consejería aceptó finalmente el abono de determinados atrasos, «muchas familias siguen demandando a la Administración regional porque las nuevas resoluciones no reconocen una parte de las prestaciones que el IMAS debía haber abonado si hubiera cum-

plido con la Ley (que establece seis meses de plazo para la tramitación de los expedientes)», señala el Colegio de Trabajo Social. «A pesar de las numerosas sentencias similares, persisten sin corregirse algunos problemas, como el pago de atrasos del periodo entre julio de 2012 y la fecha de resolución de la prestación económica», insiste esta institución.

En todo caso, los expedientes de prestación económica se han desbloqueado, como también ha aumentado en el último año el número de beneficiarios de servicios. En concreto, en las residencias hay ahora 4.084 usuarios, un 22% más que en julio de 2015. En centros de día, el aumento es del 9,8%, al pasar de 3.145 beneficiarios a 3.454. Al mismo tiempo, han aumentado las prestaciones vinculadas al servicio (aquellas que reciben quienes tienen que optar por una plaza en una residencia o centro de día privado por la ausencia de huecos en el sistema público). El IMAS abona el coste, descontando los copagos, a través de esta prestación. Pero también en ese punto ha habido novedades. La Asamblea Regional convalidó el mes pasado un decreto ley que libera del copago a 1.235 usuarios de cen-

tros de día. A partir de ahora, solo tendrán que ‘copagar’ aquellos dependientes con plaza en centro de día que superen los 532 euros de ingresos mensuales.

Un servicio sin desarrollar

Pero sigue habiendo asignaturas pendientes. El desarrollo de la ayuda a domicilio es una de ellas. Apenas 172 personas se benefician de este servicio en la Región. Este escaso desarrollo se explica porque solo tres ayuntamientos –Abarán, Puerto Lumbreras y Alcantarilla– mantienen convenios con la Comunidad para la prestación de la ayuda a domicilio. La consejera de Familia e Igualdad, Violante Tomás, anunció en marzo un convenio marco con los municipios que permitirá extender el servicio por toda la Región. La medida continúa pendiente, si bien se anuncian próximos convenios con varios ayuntamientos, entre ellos Totana, Alhama, Yecla, San Pedro del Pinatar y Águilas.

La estadística refleja, por otro lado, un aumento en el número de usuarios de teleasistencia, después de que en los últimos años este servicio reflejase un descenso coincidiendo con la instauración del copago. Ahora, se produce un crecimiento de beneficiarios paralelo a la subida en el número de prestaciones económicas (ambas ayudas van unidas en muchos casos). Sin usuarios permanece, sin embargo, la prestación para asistente personal. Ni Murcia ni prácticamente ninguna comunidad autónoma ha desarrollado esta ayuda.

ASÍ LO VEN

«Hay un reinicio tras tres años de parálisis»
Lorenzo Gutiérrez Coordinador del Colegio de Trabajo Social

El Colegio de Trabajo Social aplaude que, «tras cinco años de atrasos y otros tres de parálisis, desde el cambio de legislatura y de dirigentes políticos se haya reiniciado la resolución de solicitudes de las personas en situación de dependencia, con una notable reducción del número de personas en espera durante el último año». Los trabajadores sociales advierten, sin embargo, que «continúan existiendo cuestiones a corregir o mejorar». En este sentido, subrayan que, «legalmente, toda persona debería estar atendida al cumplirse seis meses desde su solicitud». Pero, a pesar de que esos plazos siguen sin cumplirse, «se valora positivamente el cambio de dinámica». Desde el Colegio «se ha planteado, tanto al Gobierno como a la Asamblea Regional, el abordaje íntegro de los problemas del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), llegando a plantear hasta 40 propuestas concretas que serán analizadas y priorizadas junto a las de otras entidades en el Pacto por la Dependencia convocado por la Consejería», explica la institución.

«Estamos a la cabeza en valoraciones»
Miguel Ángel Miralles Director de IMAS

Nueve de cada diez personas que solicitan las ayudas de la Dependencia en la Región son valoradas con grado protegible, destaca Miguel Ángel Miralles. Esto significa que Murcia es la comunidad en la que más solicitantes acceden al sistema, subraya el director del IMAS. A día de hoy, el 2,12% de la población de la Región recibe prestaciones o servicios de la Dependencia, cuando hace un año el porcentaje era del 1,8%. De media, 400 personas son valoradas al mes con grado protegible. Desde julio del año pasado, se han incorporado al sistema 7.099 personas y se ha revisado la prestación de 4.823. En este sentido, el director del IMAS subraya que Murcia es, con datos de junio, la sexta comunidad (junto con Aragón) en incremento anual de personas atendidas. Miralles confía en mejorar ese dato y en que la Región se sitúe en quinta posición. El gran reto este año ha sido la incorporación de los dependientes de grado I. El proceso no ha terminado. De momento, se ha incluido en el sistema a 2.912 dependientes de grado I.