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MURCIA

La Vicepresidenta del Colegio de Trabajo Social de Murcia acudió a la presentación del documento “ATENCIÓN DEL ICTUS EN LA REGIÓN DE MURCIA. PRESENTE Y FUTURO”. Presentado por la Fundación Casaverde

viernes 19 de noviembre de 2021 COTS y Fundación Casaverde

La Vicepresidenta del Colegio de Trabajo Social de Murcia, Dña Iluminada Pardo Cayuela, acudió al Acto realizado por la Fundación Casaverde, donde se ha presentado el documento “ATENCIÓN DEL ICTUS EN LA REGIÓN DE MURCIA. PRESENTE Y FUTURO”.

Entre las ideas que recoge este documento, se incluye adoptar medidas dentro del Plan Regional del Ictus, incluyendo un Plan de Rehabilitación Integral del/la paciente y la creación de un Comité del Ictus a fin de mejorar su atención hospitalaria y post hospitalaria, el cual requiere un abordaje interdisciplinar y del que deben formar parte los trabajadores y trabajadoras sociales para dar la cobertura a todo ello. Actuando de forma coordinada con la atención hospitalaria, dando respuesta a las necesidades sociales y familiares de estos y estas pacientes que necesitan asesoramiento sobre las medidas sociales que deben adoptarse, la gestión de ayudas y de recursos para su integración social y, en su caso, laboral.

La Fundación Casaverde presentó el documento “ATENCIÓN DEL ICTUS EN LA REGIÓN DE MURCIA. PRESENTE Y FUTURO”, el cual contiene las conclusiones de los expertos que intervinieron en la jornada del 3 de octubre de 2019, visión del paciente e impacto social y económico.

Recogemos las consideraciones de la *nota prensa: *
“ATENCIÓN DEL ICTUS EN LA REGIÓN DE MURCIA. PRESENTE Y FUTURO
El libro contiene las conclusiones de los expertos que intervinieron en la jornada del 3 de octubre de 2019 y reuniones posteriores, responsables y profesionales altamente cualificados del sector de la salud de la Región de Murcia. Recoge la visión del paciente y el impacto social y económico que tiene esta enfermedad en la población y en los presupuestos. Intervinieron en la inauguración del acto, Juan José Pedreño Planes, consejero de Salud de la Región de Murcia, que resaltó la importancia de este estudio donde se muestran los resultados en salud de los últimos 11 años e insistió en la importancia de la prevención, mediante hábitos de vida saludables, y en la detección temprana del ictus. Recordó que “cerca del 50 por ciento de los pacientes que han sufrido un ictus lo superan con mínimas secuelas gracias a la puesta en marcha de programas de atención y prevención como el Código Ictus”. Destacó “el carácter innovador y la marcada vocación investigadora de la Fundación Casaverde, que desarrolla desde sus hospitales monográficos especializados en rehabilitación y que lleva a cabo una importante labor de la rehabilitación neurológica con personas en situación de dependencia, mediante terapias y tecnologías de última generación”.
Alberto Giménez Artés, presidente de la Fundación Casaverde, remarcó que “aunque hemos avanzado mucho en el tratamiento de la fase aguda, no alcanzamos los esfuerzos necesarios para la fase de prevención, con campañas necesarias de concienciación entre la población en general, de la necesidad de autocuidarse.
Históricamente se comprende esta focalización en la fase aguda, pero en general, en una sociedad avanzada, no podemos olvidar el concepto de salud definido en la OMS que no solo es ausencia de enfermedad, sino calidad de vida. El ictus es la primera causa de discapacidad porque estamos demasiado centrados en la fase aguda, olvidando las fases de convalecencia y rehabilitación. Para la realización de este estudio en la comunidad de Murcia se organizó un equipo de 20 profesionales compuesto por neurólogos, médicos rehabilitadores, servicios de urgencia, atención primaria, fisioterapia, y trabajo social, sin olvidar la visión de pacientes afectados”.
La presentación del libro corrió a cargo de los doctores Ana Morales Ortiz, coordinadora Unidad de Ictus Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca y Coordinadora del Plan Regional del Ictus de la Región de Murcia y Juan Reyes Fernández Fernández, rehabilitador del Hospital Universitario Reina Sofía.
Ana Morales Ortiz manifestó que “no podemos olvidar nunca que el mejor tratamiento para el ictus es conseguir que no tenerlo. Como comentamos en el documento, mejorar la prevención primaria es prioritario. Según datos de la OMS más de un 80% se podría prevenir, porque es debido a factores y estilos de vida modificables. En la atención en la fase subaguda y crónica en nuestra región, es quizás en lo que más haya que mejorar en estos momentos”.
Por su parte Juan Reyes Fernández Fernández expresó, entre otras cuestiones, que “a nosotros los rehabilitadores, junto con todo nuestro equipo, nos corresponde luchar para que las secuelas, traducidas en discapacidad, que nuestros pacientes puedan sufrir una vez superada la fase aguda del ictus, sean las mínimas posibles, y es nuestro empeño y deseo que esto se cumpla”.

Compartimos las Conclusiones finales del libro que nos ha facilitado la Fundación Casaverde sobre la “*ATENCIÓN DEL ICTUS EN LA REGIÓN DE MURCIA. PRESENTE Y FUTURO
CONCLUSIONES FINALES DEL LIBRO: PROBLEMAS MÁS IMPORTANTES DETECTADOS Y ESTRATEGIAS DE MEJORA*
En este último apartado, se aborda la discusión y conclusiones globales sobre qué aspectos habría que mejorar, sugiriendo en algunos casos, medidas que podrían ayudar a abordar estas mejoras.

• Ana Morales Ortiz, Coordinadora del Plan de Ictus Regional Servicio de Neurología
Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca.
• Juan Reyes Fernández Fernández, Servicio de Rehabilitación Hospital General Universitario Reina Sofía.

PRIMERA. Existe una variabilidad muy importante en el manejo del ictus agudo de la Región en las distintas áreas motivada por la geografía de esta, por las características del hospital del área correspondiente, las características individuales del paciente y los tiempos desde el inicio de los síntomas.

Al final, la decisión es individualizada. O bien lo homogenizamos o bien lo individualizamos. Se debería reflexionar y buscar una estrategia común sobre este punto.

PROPUESTA
• Creación de un grupo de trabajo para establecer el nuevo funcionamiento del CI que incluya neurólogos, médicos del 061, médicos de urgencias…
• Desarrollar el TELEICTUS, que permitiría que los pacientes lleguen antes al tratamiento y, probablemente, se podrían beneficiar del mismo más pacientes.
• Desarrollar estrategias de formación
• Neurólogos de guardia. Conseguir que los neurólogos de guardia estén muy actualizados en los conocimientos del tratamiento de ictus.
• Médicos de urgencias y 061. Centrar la formación de los médicos, primeros receptores del ictus, en la identificación del ictus y en la exploración con escalas que permitan establecer la gravedad y localización del ictus.
SEGUNDA. Todos los hospitales que manejan ictus en la Región deberían tener unos protocolos imprescindibles comunes y elaborados por los profesionales implicados en el ictus con reuniones interdisciplinares (neurólogos, enfermería, auxiliares, rehabilitadores y fisioterapeutas) y una información a los cuidadores y familiares con ictus.

PROPUESTA
• Deberían existir protocolo, al menos, de disfagia, movilización y rehabilitación precoces con información a los distintos profesionales sobre los mismos.
• Una charla semanal dada por profesionales sanitarios a los cuidadores y familiares de los pacientes con ictus de cara al manejo del paciente con secuelas en domicilio.
• Creación de un comité de ictus por área integrado por todos los profesionales sanitarios implicados (médicos de familia, 061, enfermería, neurólogos, rehabilitadores y fisioterapeutas), que se marque objetivos de mejora anuales para mejorar la atención hospitalaria y posthospitalaria en los pacientes con ictus de su área.
TERCERA. Los recursos en rehabilitación para el ictus en la región son muy escasos. El rápido desarrollo de las Unidades de Ictus no ha ido acompañado con la correcta evolución en recursos de los servicios de rehabilitación. Queda de manifiesto que, al contrario de lo que recomiendan la mayoría de las guías, los servicios de rehabilitación no tienen personal expresamente dedicado al abordaje de los pacientes con ictus, ni siquiera tienen el número de personal mínimo recomendado. De hecho, en el análisis de datos de los servicios de Rehabilitación de la Región de Murcia, sólo el Hospital Virgen de la Arrixaca cuenta con todas las disciplinas sanitarias recomendadas, quedando el resto de áreas de salud en una situación precaria.
Debe tratarse de un abordaje interdisciplinar en unidades de neurorrehabilitación dotadas con suficiente cantidad de médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y neuropsicólogos (esta estrategia tiene un grado de recomendación A en las guías). Según la guía de práctica clínica elaborada por el Royal College of Physicians (National Clinical Guidelines for Stroke,2004), “la terapia del lenguaje es eficaz, tanto más, cuanto antes se inicie” (grado de recomendación A). “El tratamiento de la afasia debe iniciarse cuando ya el paciente se encuentre clínicamente estable y sea capaz de mantener un mínimo nivel de atención y colaboración y no presente una fatiga excesiva. Si persiste afasia después de dos semanas de un ictus, debe iniciarse tratamiento precoz e intensivo con el objetivo de minimizar las secuelas” (grado de recomendación B). En una revisión de la Cochrane publicada en 2012 (M.C. Brady, H. Kelly, J. Godwin y P. Enderby) y su actualización en 2016 sobre 57 ensayos, se demostró un beneficio significativo en los pacientes que recibieron tratamiento del habla y lenguaje respecto a los que no lo recibieron. Otra publicación al respecto (2013), fue la Guía Clínica en Daño Cerebral Adquirido de la Fundación Reintegra, avalada por el IMSERSO, recomienda “implantar un programa de intervención específico para la rehabilitación del lenguaje en pacientes con afasia, aún incluso, en fase aguda, puesto que parecen superar el efecto de la recuperación espontánea” (grado de recomendación A), así como “la implementación de programas de terapia ocupacional para entrenamiento de actividades básicas e instrumentales de la vida diaria (incluida movilidad en exteriores)” (grado de recomendación A). También se recomienda el abordaje de los trastornos de la memoria, atención y velocidad de procesamiento (grado de recomendación A). Debemos tener, por tanto, medios para tratar a los pacientes con ictus en todas las esferas necesarias y durante todo el tiempo preciso.
Después del alta hospitalaria, el tratamiento del ictus en la fase subaguda debe ser inmediato, sin solución de continuidad con el tratamiento durante el ingreso agudo. Esto, hoy en día, es algo a mejorar, pues no se cumple en la mayoría de los casos, y es importante conseguirlo, porque el tiempo corre en contra del paciente: hoy en día los datos de los que se dispone afirman que pasados los seis meses tras la aparición del ictus, las probabilidades de mejora motora son escasas, siendo probable una mayor mejoría en trastornos del lenguaje y del habla, así como en la afectación cognitiva, pasados esos seis meses.
Durante el tratamiento del paciente con ictus en fase subaguda, tanto él como la familia y sus cuidadores, deben ser preparados para asumir las posibles secuelas y entrenados para su manejo posterior (grado de recomendación A). Los pacientes se sienten desamparados una vez llegan a su domicilio, quedando sus cuidados en manos de sus familiares en la mayoría de los casos. Su situación no es la que vivían previamente al ictus, teniendo que acostumbrarse a sus nuevas capacidades, adaptar su casa y sus aficiones a sus habilidades actuales. Perciben la necesidad de mejorar la coordinación entre profesionales (sanitarios y no sanitarios), quizá mayor empatía de éstos con los pacientes y la implantación de mayores y mejores recursos. En cuanto al enfoque social, los trabajadores sociales, tanto a nivel hospitalario como ambulatorio, deben trabajar de forma coordinada y con los medios suficientes para la reintegración social, y si fuera viable laboral, del paciente con ictus, así como la tramitación de las ayudas sociales y la gestión de la Ley de Dependencia desde el minuto cero, precaria en su implantación a día de hoy.
Y desde los centros de salud, deben existir equipos coordinados por Atención Primaria, para la asistencia de la comorbilidad, sobre todo en fase de secuelas, coordinados a su vez con los servicios de rehabilitación hospitalarios.

PROPUESTA:
HOSPITAL PARA REHABILITACION. Este recurso no existe en nuestra Región. Existen pacientes con secuelas importantes que se beneficiarían de un ingreso programado, organizado y corto en un Hospital de Rehabilitación. Al no existir hoy en día este recurso en la Región, a los pacientes que lo precisan hay que remitirlos fuera de comunidad, con el trastorno y problema que esto produce en el paciente y su familia.
• Incluir en el Plan Regional de Ictus un Plan de Rehabilitación integral. Creemos necesario implantar un Plan Regional de Asistencia Integral al Paciente con Daño Cerebral Adquirido. Un completo análisis de las necesidades actuales basado en el número de potenciales pacientes, recursos actuales recomendados en función de principios de equidad, sostenibilidad y calidad asistencial, todo ello fruto del consenso entre autoridades sanitarias, comités de expertos y asociaciones de pacientes y dotado de presupuesto. Puede valernos de ejemplo la estrategia para la atención al Daño Cerebral Adquirido en la Comunitat Valenciana 2017-2020.
Debe incluir:
• Coordinación del tratamiento hospitalario con el ambulatorio.
• Desarrollar tratamiento ambulatorio: mejorar la fisioterapia física, afasia (logopedia), terapeuta ocupacional e intervención cognitiva:
- Desarrollar la Fisioterapia domiciliaria.
- Acercar la Fisioterapia en la zona de salud cercana al paciente.
- Incluir terapia cognitiva y ocupacional.
CUARTA. Mejorar la cobertura social del paciente dependiente tras el ictus, con integración de los recursos sociales y los sanitarios.

PROPUESTA
Incluir un trabajador social en el equipo integral del ictus en el hospital.
• Continuidad en la atención social al alta del hospital.
• Desarrollo económico de la Ley de Dependencia.

PROPUESTA FINAL
Creación de grupos de trabajo dirigido por personal gestor del SMS, comité de expertos regional en el abordaje integral del ictus y asociaciones de pacientes con la generación de ciclos de evaluación y mejora de indicadores, con el fin de mejorar la calidad asistencial del ictus.

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