Macroencuesta sobre violencia de género
España: Más del 12% de las mujeres mayores de 16 años ha sufrido violencia alguna vez en su vida.
El Gobierno presenta la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015.
l 12,5% de las mujeres mayores de 16 años que viven en España ha sufrido violencia física o sexual de sus parejas o exparejas a lo largo de su vida, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015, que presentó este lunes el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso. Si se extrapola el porcentaje a la población femenina de esa edad que recoge el INE, serían unos 2,5 millones de mujeres. La última macroencuesta, de 2011, detectó que el 10,8% de las mujeres habían sufrido maltrato. En 2006 eran un 6,3% quienes afirmaron ser maltratadas por sus parejas o exparejas. El ministerio, sin embargo, asegura que estas cifras no son comparables porque la actual es la primera encuesta que pregunta a adolescentes de 16 y 17 años.
Siete de cada diez víctimas (67,8%) de violencia de género nunca lo han denunciado, añade este estudio, elaborado en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a partir de entrevistas presenciales a 10.171 mujeres. Las encuestadoras les preguntaron por los motivos para no acudir a la policía ni al juzgado. Casi la mitad (44,6%) restaron importancia a lo sucedido o dijeron que no era lo suficientemente grave. El miedo y el temor a las represalias (26,6%) y la vergüenza (21%) fueron las otras respuestas más comunes. Casi una de cada cuatro mujeres (23,4%) continuó la relación pese al maltrato. Las denuncias por violencia de género aumentaron un 1,5% en 2014 tras cinco años de caídas.
Blanca Hernández, delegada del Gobierno para la Violencia de Género, destacó uno de los pocos datos positivos del informe: el porcentaje de mujeres que salen de la violencia de género aumenta con respecto a 2011 —aquí el ministerio sí considera que se puede comparar—. En la última macroencuesta son el 77,6%, mientras que hace cuatro años eran el 72,5%. El estudio, que por ahora solo es un avance de resultados, no precisa cómo salen las mujeres del maltrato: si lo denuncian o si simplemente se separan de su agresor. El PSOE atribuyó a los recortes los malos resultados de la macroencuesta.
Control sobre las más jóvenes. Preguntar por primera vez a adolescentes de 16 y 17 años ha permitido comprobar que se encuentran entre los colectivos más vulnerables y que estas actitudes machistas están presentes entre los más jóvenes. Un ejemplo es la incidencia de la violencia psicológica de control (si el agresor impide ver a los amigos o amigas, trata de evitar la relación con la familia, insiste en saber dónde se encuentra la mujer en cada momento, etc.). Una de cada cuatro jóvenes (25%) asegura haberla padecido en los últimos 12 meses, frente al 9,6% de la media general.
Las más vulnerables. Además de las jóvenes, el otro colectivo de mujeres especialmente vulnerable es el de las que tienen una discapacidad (igual o superior al 33%). Ellas relatan haber padecido violencia física, sexual o miedo a sus parejas en un 23,3% de los casos, mientras que este porcentaje baja al 15,1% en mujeres sin discapacidad. Ya en la macroencuesta de 2006 se observó que la prevalencia del maltrato en las mujeres con discapacidad era muy superior a la media de mujeres encuestadas: el 10,1% de las que sufrían algún tipo de discapacidad manifestó haber sufrido violencia de género alguna vez en la vida (frente al 6,1% de las que no tienen discapacidad).
Romper el silencio. Uno de los datos más llamativos de la encuesta es que hay un 12,4% de mujeres que cuentan haber sufrido violencia física, sexual o miedo a su pareja por primera vez a la encuestadora que acude a su casa para entrevistarlas. Hay un 86,7% que sí lo han relatado previamente. Solo el 52% aseguran haber acudido a la policía, al juzgado o algún servicio de ayuda (médico, abogado, ONG…). La encuesta pregunta a qué persona de su entorno ha contado la mujer los episodios de violencia machista. La mayoría (54,7%) contesta que a una amiga. Después aparece en las respuestas la madre (40%), una hermana (32,2%) y el padre (20%).
Las otras víctimas: los hijos. De las mujeres que sufren o han sufrido violencia de género y que tenían hijos en el momento en que se produjeron los episodios, el 63,3% afirman que éstos los presenciaron o los escucharon. A su vez, el 64,2% de esos menores sufrieron violencia, según declaran sus madres en la encuesta.
Servicios de ayuda. El 45% de las mujeres que han sufrido violencia machista acuden a algún servicio médico, legal o social para solicitar ayuda. El teléfono 016 apenas se usa en el 4% de los casos. El psicólogo o psiquiatra es el recurso al que más se acude, en un 29% de los casos. Estos servicios están muy bien valorados, según la macroencuesta.
Factores que protegen. El trabajo permite detectar conductas que parecen proteger contra la violencia en la pareja, como el hecho de que una mujer dedique tiempo a cuidarse y sentirse bien, compartir las tareas domésticas o tener a alguien que se preocupa por ella y su bienestar, explicó Hernández. El 51,8% de las mujeres que no han padecido maltrato afirman dedicarse tiempo, frente al 45% entre las que sí han sufrido violencia de sus parejas o exparejas. Sucede algo similar con las tareas de la casa. El 50,4% de las que no han sufrido violencia afirma compartir el trabajo en casa. El porcentaje desciende al 42,8% entre las que sí relatan maltrato.
Preguntas concretas para descubrir casos de violencia
Las encuestadoras reciben formación específica porque su actitud durante la entrevista es fundamental para lograr que las mujeres relaten la violencia que han padecido o que aún padecen. Los cuestionarios han ido cambiando con los años. Antes era habitual preguntar por la percepción de las mujeres, es decir, pedirles que contaran si se sentían maltratadas o se creían víctimas de algún tipo de violencia, tanto física como psicológica, sexual o económica.
Las directrices internacionales, especialmente las de la Unión Europea y Naciones Unidas, recomiendan que las preguntas que se hagan sean lo más directas y específicas posible para detectar las situaciones de maltrato. Por ejemplo, las mujeres ya no responden a si han sufrido violencia física por parte de una pareja o expareja, sino a si una pareja o expareja las ha abofeteado, las ha menospreciado o humillado delante de otras personas o si las ha obligado a mantener relaciones sexuales cuando no querían.
En la presentación, Sanidad comparó los datos obtenidos con los de una encuesta de violencia contra las mujeres de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) del año pasado. Frente al 12,5% de mujeres españolas que relatan maltrato, la media de la UE es del 22%. Los expertos atribuyen las diferencias a las distintas percepciones de la igualdad.
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