Modelo de protección social universal de Marruecos: Componentes, paradojas y desafíos
Por DrissGuerraoui
Presidente de la Región MENA del CIBS.
Secretario General del Consejo Económico, Social y Ambiental de Marruecos.
Las opiniones expresadas en el presente artículo son del autor y no reflejan necesariamente el punto de vista del Comité de Gestión del CIBS.
Ubicado en la esquina noroccidental de África, con una población de más de 32 millones de personas, Marruecos recuperó su independencia en 1956, cuando se terminó el protectorado francés, y desde entonces el país ha construido, paso a paso, su sistema de bienestar nacional compuesto por varios elementos y conocido hoy como el modelo marroquí de protección social universal.
I. Los componentes básicos del sistema de protección social universal de Marruecos.
El sistema se caracteriza por 10 grupos de programas y planes de protección social relacionados con los sectores sociales en el sentido más amplio. Incluye:
1. Los programas dirigidos a la promoción de una educación de calidad a fin de asegurar la integración social y profesional de los jóvenes.
Los programas prevén el acceso universal a la educación, la mejora continua de su calidad, la prevención el abandono escolar y la lucha contra el analfabetismo.
2. Los planes y programas destinados a mejorar la situación de la salud pública a través de un enfoque de tres vertientes:
A) La extensión gradual de la cobertura médica para los empleados de los sectores público y privado mediante el establecimiento de un régimen obligatorio de seguro sanitario para los empleados de los sectores llamados AMO (alrededor de un tercio de la población), un sistema de cobertura médica para los pobres llamado RAMED (8.5 millones de personas), y un plan para el beneficio de los artesanos, profesionales y estudiantes independientes (un tercio de la población). Los dos primeros planes entraron en vigor en 2005, pero el último todavía no ha visto la luz.
B) El desarrollo de programas prioritarios de salud pública centrándose en la prevención y la lucha contra la enfermedad.
C) La expansión de la oferta de servicios sanitarios para la población.
3. El desarrollo de una política de vivienda social diversificada, cuyos objetivos son la reducción de la escasez de viviendas (en 150.000 viviendas por año), la erradicación de los barrios marginales y la lucha contra la precariedad de viviendas.
En ese contexto, el programa «Ciudades sin Asentamientos Precarios» estuvo en funcionamiento desde 2004 hasta 2010, beneficiando a 270.000 hogares y en el que participaron 82 ciudades.
4. Promover el empleo productivo
La promoción del empleo en el sector privado se realiza a través de un programa llamado Idmaj, mejorando el equilibrio entre la formación y el empleo que se hace a través de un programa llamado Taahil; un programa llamado Mokawalati apoya la creación de nuevas empresas por parte de los jóvenes. También hay programas destinados a mejorar la gestión del mercado de trabajo. Además, los interlocutores económicos y sociales y el Gobierno llegaron a un acuerdo en julio de 2013 sobre el establecimiento de una compensación por la pérdida de empleo para los empleados del sector privado que han perdido su puesto de trabajo.
5. Un programa de tratamiento de aguas residuales, cuyo objetivo es lograr una tasa del 80% de cobertura de saneamiento de la red y la reducción de la contaminación en un 60% para el año 2015.
6. Los programas destinados a mejorar el acceso rural a los servicios sociales básicos, tales como el Programa de Abastecimiento Colectivo de AguaPotable para las Poblaciones Rurales (PAGER), Programa de Electrificación Rural (PERG), Construcción de Carreteras Rurales (PNCRR), el desarrollo rural integrado y el desarrollo costero.
7. Programas dirigidos a potenciar los instrumentos de acción social a través de las estructuras e instituciones de apoyo a las actividades nacionales, incluyendo el desarrollo del microcrédito, las actividades de la Agencia para el Desarrollo Social, y los organismos que se ocupan del Norte, el Este y el Sur.
8. Apoyo a los precios de las materias primas a través de un fondo de compensación. Este apoyo cubre azúcar, harina nacional, gas butano y el combustible diésel.
9. El desarrollo de programas específicos dirigidos a colectivos desfavorecidos que, o bien están excluidos o discriminados (niños en situación de abandono o maltrato, las mujeres cabeza de hogares pobres, las mujeres divorciadas que recibe la pensión alimenticia, las personas con discapacidad, los niños desfavorecidos debido a sus antecedentes en necesidad de apoyo para fomentar la asistencia escolar).
En ese contexto, se creó un Fondo de Apoyo a la Cohesión Social. Proporciona financiamiento para la educación escolar a través del programa Injaz, que en 2012-2013 benefició aproximadamente a 825.000 estudiantes y 475.000 hogares, así como un programa de atención sanitaria, programas de apoyo a las poblaciones de bajos ingresos en las zonas montañosas, el empleo juvenil, la vivienda social y el desarrollo humano.
10. Apoyo a las asociaciones que trabajan en el campo social y los programas basados en la solidaridad.
11. La Iniciativa Nacional de Desarrollo Humano (INDH), que fue anunciado por SM el Rey de Marruecos el 18 de marzo 2005.
Esta iniciativa incluye cuatro componentes: dos programas de ámbito nacional (uno de carácter transversal y uno destinado a luchar contra la inseguridad) y dos programas regionales destinados a luchar contra la exclusión social en las zonas urbanas y la lucha contra la pobreza en las zonas rurales.
Para el período 2006-2010 la INDH asignó un presupuesto de 10 mil millones de dírhams, 6 mil millones financiados a través del presupuesto del Estado, y 2 mil millones cada uno a partir de fuentes locales y de la cooperación internacional. Los beneficiarios fueron 403 comunas rurales cuya tasa de pobreza supera el 30% y 264 distritos urbanos en 13 ciudades identificadas sobre la base de la actualescasez de infraestructura social básica, junto con las altas tasas de abandono escolar, el alto desempleo, la existencia de barrios marginales, la pobreza y los bajos ingresos, las altas tasas de la exclusión de las mujeres y los jóvenes, y la falta de oportunidades de formación y de integración.
En vista de los buenos resultados en la lucha contra la pobreza, la inseguridad, la exclusión y la marginación, se decidió ampliar la iniciativa, con una segunda fase que abarca el período 2011-2015. Esta extensión abarca 701 distritos rurales y 530 barrios urbanos con un presupuesto de 17 mil millones de dírhams.
II. Las paradojas de la política de protección social
A pesar de la diversidad de los programas y el gran esfuerzo público para mejorar el bienestar social y la solidaridad, Marruecos se enfrenta a una escasez crónica en muchos sectores sociales vitales y los beneficios de la protección social están lejos de ser universales.
Así, según los datos del último informe anual del Alto Comisionado de Planificación para el año 2012 en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los principales indicadores sociales muestran que la tasa de mortalidad neonatal es de 30 por 1.000, la tasa de mortalidad materna es de 112 por cada 100.000 nacimientos, la tasa de analfabetismo es del 39.7 %, la tasa de escolarización de los niños de 15 a 24 años es del 84.6 % y que, incluso con un aumento en el ingreso de los hogares en un 6.4 % entre 2000 y 2012, alrededor de 6.3 millones de personas deben ser clasificadas como pobres y vulnerables, la brecha entre ricos y pobres ha aumentado, y uno de cada tres habitantes enlas zonas urbanas y dos de cada tres en las zonas rurales se sienten pobres.
Por otra parte, sólo el 10 % de la población marroquí está cubierta por un plan de pensiones y el 56.5% de la población no está cubierta por ningún seguro médico, aunque el número de beneficiarios en el sector privado cubiertos por la AMO y en el sector público cubiertos por la RAMED ha mostrado un crecimiento continuo y significativo.
Esas realidades y paradojas demuestran que el país no ha logrado todavía abordar las deficiencias sociales existentes en diversas formas, aunque muchos mecanismos de protección social fueron introducidos en Marruecos ya en 1960. Revelan que el Estado ha sido incapaz de elevar el nivel de eficacia de los programas sociales, que, sin embargo, consumen más del 50 % del presupuesto nacional. A pesar de la existencia de una gran cantidad de instituciones, mecanismos, programas locales, regionales y nacionales y los esfuerzos paralelos por parte del Estado y la sociedad civil, no ha surgido una completa dinámica nacional, lo que requeriría la movilización y la acción conjunta de los sindicatos y los actores políticos, así como de las élites económicas y administrativas.
Los actores sociales se enfrentan a un desafío: cómo mejorar la gestión colectiva de todos los aspectos de los programas de protección social, y al mismo tiempo alentar al Gobierno a desarrollar una nueva generación de reformas destinadas a definir las posibles futuras características de nuestro suelo mínimo nacional universal de protección social.
III. Retos sociales para el futuro y las cuestiones emergentes
La extensión de la protección social en Marruecos depende de la capacidad del país para hacer frente a una serie de retos que determinarán su futuro.
1. El desafío de los cambios demográficos y sociales y su análisis
La naturaleza de esos desafíos radica en el hecho de que la sociedad marroquí está en el medio de, por un lado, un cambio demográfico que está creando un nuevo equilibrio entre la ciudad y el campo y entre esos grupos de población como los jóvenes y las personas mayores, y por otro lado, otros procesos sociales que están teniendo lugar y que han conducido a la aparición de nuevos tipos de pobreza y nuevos pobres, compuestos principalmente por trabajadores desfavorecidos, los empleados con ingresos limitados o que trabajan bajo un contrato de duración determinada, los jubilados, los trabajadores del sector informal, los niños abandonados, madres solteras en circunstancias difíciles, los campesinos sin tierras de cultivo, los migrantes rurales de las zonas rurales a las grandes ciudades industriales en empleos precarios, los inmigrantes que han perdido sus derechos, así como las categorías sociales más amplias de personas de las clases medias, especialmente las que se encuentran en las grandes ciudades arruinadas por el alto nivel de endeudamiento y otras consecuencias de la crisis.
Lo que es común a los nuevos fenómenos sociales, sin embargo, es la falta de conocimiento existente sobre ellas y la ausencia de estudios basados en la evidencia.
Es posible que ese desafío aliente a las instituciones que participan en los estudios estratégicos, así como universidades y centros de investigación nacionales, a producir una nueva generación de sociólogos formados para llevar a cabo el análisis de esos fenómenos, con el fin de comprenderlos mejor y vigilar mejor los impulsos iniciales.
2. El establecimiento de un umbral de pobreza más realista
Muchos académicos y profesionales coinciden en que un indicador basado en un dólar por persona por día no puede razonablemente ser utilizado para definir la línea de pobreza y por lo tanto determinar el número de los pobres.
¿Por qué es necesario repensar ese umbral?
La razón principal es que la cesta de la compra de los hogares marroquíes ha cambiado enormemente. De hecho, ahora los marroquíes consumen relativamente más frutas y verduras, carne, leche y productos lácteos que en el pasado. Cada vez más cantidad de sus ingresos se destina a la educación de los niños, el transporte y la vivienda. Sin embargo, los precios de todos los productos y servicios que no están subvencionados por el Estado, aumentan de forma regular, mientras que el nivel de remuneración en los sectores privado y público está muy por detrás.
Por lo tanto, en vista del creciente costo de vida, incluso unos dos dólares por día y por persona, el umbral no puede asegurar el cumplimiento de todas las necesidades básicas de los hogares marroquíes. En este sentido, y a pesar de los esfuerzos reales en curso, incluyendo los esfuerzos de la Alta Comisión de Planificación, el sistema estadístico nacional debe ser más proactivo en la búsqueda de soluciones innovadoras para reflejar la realidad social actual de Marruecos.
3. Abordar las rigideces en la distribución del ingreso
Si Marruecos desea reducir la cantidad de la pobreza, se debe abordar la desigualdad entre ricos y pobres. La participación en el consumo de los hogares pobres se ha estancado.
El Estado ha tratado de reducir las desigualdades a través de acciones de tres tipos:
1) La reforma de la tributación de las personas físicas.
2) El fortalecimiento de varios programas de asistencia social y las soluciones basadas en la solidaridad.
3) La promoción del cambio social a través de la educación y la formación.
Sin embargo, este tipo de políticas y programas siguen siendo limitados en su impacto en la ausencia de una distribución más equitativa y proactiva de los frutos del crecimiento económico y la riqueza en general.
4. Replantear la gobernanza
Para que la extensión de la protección social sea duradera y sostenible para toda la comunidad nacional, deben abordarse tres retos:
- La extensión debe ser implementada gradualmente en un esfuerzo de colaboración compartido por todos los interesados;
- Los objetivos perseguidos en los diversos regímenes de seguridad social deben ser favorables a los pobres y dirigidos a proteger a los pobres y no los ricos, que pueden ganar con el gasto público subsidiado;
- El rediseño de los mecanismos de solidaridad debe hacerse a través de una reforma fiscal audaz basada en un esfuerzo de forma justa y equitativa, unida a una lucha inflexible contra la corrupción, el fraude y la evasión fiscal.
Por último, porque la financiación es fundamental para hacer frente al reto de la protección social universal, las prioridades de la reforma fiscal deben basarse en mecanismos de incentivos voluntarios que promuevan y fomenten la creación de nueva riqueza, que es la base real y fuente decisiva de financiación sostenible para generalizar la protección social.
En el marco del Consejo Económico, Social y Ambiental de Marruecos, sobre todo la «Nueva Carta Social», que aprobó la Asamblea General en su reunión de noviembre de 2011, la extensión de la protección social constituye una parte de una nueva generación de los derechos humanos sociales y económicos, en torno a la cual debe construirse una convergencia y deben cerrarselos «Grandes Contratos Sociales» entre todos los actores y fuerzas marroquíes.
En cierto sentido, estos grandes contratos sociales constituyen el verdadero cimiento de la cohesión social y el desarrollo humano sostenible y el marco institucional más apropiado para la consolidación de los componentes esenciales de la protección social universal nacional.
Y, por último, una pregunta fundamental: ¿Por qué, a pesar de los problemas y desafíos actuales, la iniciativa de introducir pisos nacionales de protección social sigue siendo una opción viable?
Comentarios
Aún no hay comentarios