Trabajo social en el simulacro de emergencias Gamma Daimiel 2015
EXPERIENCIA SOBRE PARTICIPACIÓN EN MARZO’2015 DEL SIMULACRO DE GRAN EMERGENCIA SOCIAL EN LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL ORGANIZADO POR LA U.M.E. (UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS).
La U.M.E. (Unidad Militar de Emergencias) organizó entre el 9 y el 12 del pasado mes de marzo el denominado “Ejercicio Gamma 2015”. Éste consistía en simular una catástrofe a partir de la supuesta explosión en un complejo petroquímico en Daimiel, y que afectaría a la población de dicha localidad y alrededores.
En dicho ejercicio participaron unos 4.000 efectivos pertenecientes a: personal militar de diversos países, Ayuntamientos, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Delegación del Gobierno, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, Cruz Roja, Protección Civil, … y un largo etcétera.
La U.M.E. había invitado para participar al Consejo General del Trabajo Social y a los 36 Colegios Oficiales del territorio nacional, bajo la coordinación del Colegio de Castilla-La Mancha; formando parte (junto con los psicólogos) del Área de Atención Psicosocial; para el desarrollo de las siguientes prestaciones: valoración de las situaciones de necesidad social que se producen en la emergencia; tareas de contención y apoyo emocional; tareas de información a los afectados y sus familiares; tareas de mediación entre los afectados y otros sistemas intervinientes; gestión de recursos para facilitar las tareas de los equipos intervinientes; funciones de acompañamiento e intervención social a los afectados y sus familias; gestión de prestaciones básicas de supervivencia para los afectados y sus familias; y gestión de otros servicios y prestaciones excepcionales ante situaciones de emergencia social.
Lo primero para hacer al llegar al punto de encuentro previsto, en el Recinto Ferial de la ciudad de Manzanares (donde se encontraba instalado el Puesto de Mando Operativo), era recoger en la entrada las correspondientes acreditaciones como personas intervinientes (así como las de los respectivos vehículos, en su caso).
Cuando estuvimos el grupo de trabajadores sociales tuvo lugar la recepción del mismo por parte de Sonia Martínez, del Colegio de Castilla-La Mancha, quien nos hizo entrega de los chalecos identificativos proporcionados por el Consejo General. Dichos chalecos (o los aportados posteriormente por la U.M.E.) era preceptivo llevarlos puestos a lo largo de toda la actividad.
La estructura jerárquica prevista era la siguiente: los trabajadores sociales tenían por encima la figura de los Coordinadores (uno de ellos el representante del Colegio de Murcia), a continuación estaba la Coordinación del Área de Atención Psicosocial la cual estaba asignada a Cruz Roja, y ya por último el mando de la U.M.E. correspondiente a la Unidad de Sanidad/Psicosocial.
Los Jefes de dicha Unidad de la U.M.E. nos reunieron a trabajadores sociales y psicólogos al objeto de hacer la correspondiente acogida, mostrarnos instalaciones, y darnos las explicaciones pertinentes.
Los espacios de actuación de los trabajadores sociales eran: el Centro de Recepción de Recursos Psicosociales, que se encontraba junto al Puesto de Mando Operativo, en Manzanares; y la Morgue, ubicada dentro de instalaciones deportivo-culturales, en Torralba de Calatrava.
En el Centro de Recepción de Recursos Psicosociales (donde siempre había uno o dos militares que nos servían de enlace) nos encontrábamos los profesionales, según turnos establecidos, los cuales estábamos disponibles para las incidencias en las que pudiéramos ser movilizados a cualquier hora del día o de la noche, y en cualquier punto de la geografía de la zona afectada (a donde éramos oportunamente transportados tanto por tierra como por aire). Hasta la Morgue (en la cual trabajaban básicamente equipos policiales y forenses especializados en tareas de identificación) nos desplazábamos para prestar apoyo psicosocial a ciudadanos que habrían resultado damnificados tanto por pérdidas materiales como humanas por tener a familiares fallecidos o desaparecidos. [El colectivo de las personas atendidas con motivo de haberse visto afectadas por la catástrofe eran figurantes aleccionados para representar diversas situaciones que se podrían dar en un caso real].
Se definieron los espacios de trabajo según diversas problemáticas a atender, los modelos de recogida de datos; reuniones de coordinación; etc. y tratamos de establecer junto con los psicólogos protocolos adecuados de intervención. (Para ello fue muy útil la participación de trabajadores sociales con experiencia y formación en el campo de las emergencias).
Además de la atención de necesidades individuales y/o familiares se nos requirió, con resultados muy satisfactorios, la búsqueda de alternativas y recursos a nivel macro (como por ejemplo localización de plazas de alojamiento alternativo para varios miles de personas).
Igualmente durante la realización del Simulacro hubo ocasión de ilustrar a los máximos responsables de la U.M.E. sobre las características de nuestro rol profesional, y de lo mucho que podemos aportar en la atención de todo tipo de emergencias.
Ha sido una interesantísima experiencia, que en mi caso y como representante del Colegio de Murcia he querido vivir de la forma lo más intensa posible: en toda su duración, en el alojamiento improvisado por la U.M.E. en un pabellón polideportivo, etc.
Muy conveniente la asistencia a un ejercicio de este tipo por cuanto que una grave catástrofe y la gran emergencia social y consecuencias que se derivan de ello, así como la forma de abordarla adecuadamente con el resto de intervinientes, requieren de conocimientos que sólo en una simulación de esta magnitud se pueden adquirir.
El Teniente Coronel Saldaña, bajo cuyo mando estuvimos, me escribió posteriormente por correo electrónico: “Ten la seguridad de que mientras yo sea el responsable de la Célula de Personal del Cuartel General de la U.M.E. seguiremos profundizando en la capacidad de intervención de los Trabajadores sociales (vertebradores de la red social de las poblaciones) en la resolución de emergencias, y en este caso de emergencias con características catastróficas o desastrosas… queremos firmar un convenio de colaboración con el Consejo General”.
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