Una residencia llena de quejas
Mayores del hogar de Fuente Cubas denuncian la falta de empleados y de servicios.
Desiderio y Lorenzo García recibieron la mejor noticia que les podían dar el día en que les comunicaron que a su madre, Leonor Martínez, de 81 años, le habían adjudicado una plaza en la residencia de Fuente Cubas, ubicada entre la Urbanización Mediterráneo y San Antón. Para ellos, que estuviera cuidada por profesionales era lo más importante después de años haciéndolo ellos. Pero un mes después de que entrara, su opinión ha cambiado.
«El cuidado es penoso, porque faltan trabajadores y servicios. Desde que entró, ha perdido 4 kilos y ha sufrido dos ingresos hospitalarios, uno debido a una caída en el aseo y otro por un cuadro clínico complejo», denuncia el primero de ellos en una reclamación enviada al Instituto Murciano de Acción Social (IMAS).
Las quejas tanto por escrito como de forma verbal a los responsables del centro no se han hecho de esperar en esta residencia de la Comunidad Autónoma, reabierta en febrero tras once años de remodelación. Y el de estos hermanos es solo un ejemplos del malestar que hay entre residentes y familiares.
«Por la información de otros usuarios, por la de mi madre y por mi propia apreciación, la alimentación no llega a las 1.200 kilocalorías, cuando en la prescripción médica tras el alta hospitalaria habla de una ingesta de aproximadamente 1.600», afirma Desiderio.
Situaciones como ésta las hay a decenas entre los familiares de los residentes. Es el caso de Carmen Rodríguez, cuyo marido, Pedro Pérez, está ingresado desde marzo. En su opinión, «no es de recibo que una persona enferma esté sin probar bocado desde las siete de la tarde, el momento de la cena, hasta muchas veces las once de la mañana; y mucho menos una personas que se está medicando».
Iguales esponja y cuchilla
Las quejas de este familiar van más lejos, porque «he visto con mis propios ojos cómo lavan a varias personas con la misma esponja y afeitan a varios hombres con la misma cuchilla. Es inaudito. Eso sin contar que visten a mayores con la ropa de otros».
Los afectados critican que en las habitaciones los timbres o interruptores, para avisar al personal auxiliar, no están al alcance de las personas que las ocupan, ya que están instalados en la puerta de entrada. Y añaden que tampoco hay otros elementos de telefonía o intercomunicadores. Asimismo, reprueban que tampoco existe en los baños ningún tipo de alarma, tirador inalámbrico, cordón para activar la llamada de emergencia o cualquier otro sistema de aviso.
La situación es tal que algunos ya han pensado hasta en llevarse a sus mayores de la residencia, como José García. Su esposa, Caridad González, a la semana de llegar «cogió una infección de orina, algo que nunca le había pasado. Si sé todo lo que iba a pasar al ser ingresada aquí no la traigo», asegura. Y Fernando Sánchez relata: «Mi hermana Rosalía está bien, pero a la hora de comer los juntan a todos, tanto a los que necesitan ayuda como a los que no».
Todos los familiars con los que ha hablado este diario coinciden en que, al ser las primeras semanas de funcionamiento del centro, «hay mucho descontrol». Pero añaden que no es justo que «falten trabajadores y servicios como el de podología», en palabras de Sánchez.
María Hernández, una de las residentes, critica que la residencia se abrió con dos meses de antelación, y «de ahí que esté todo aún sin ajustar». Y asegura: «Es increíble, pero tengo que ayudar a otros compañeros a llegar al comedor o a comer, porque faltan enfermeras».
Consejería de Familia
Esta nueva etapa del hogar de atención a ancianos, rehabilitado después de que cerró sus puertas hace once años, está gestionado por la empresa Geriatros, tras ganar el concurso público del IMAS. Un portavoz de la compañía indicó que ésta ha contratado al número de trabajadores que marca la normativa y que si hay algún fallo hay que achacarlo a que se trata de los primeros días.
En la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, que dirige Violante Tomás, aseguraron que el IMAS solo ha recibido una reclamación. ‘La Verdad’ tiene dos, selladas por este último organismo.
Once años de remodelación por parte de la Comunidad
Once años han hecho falta para que los mayores vuelvan a la residencia de Fuente Cubas. Después de infinidad de promesas incumplidas, reformas que nunca acababan y proyectos que se paralizaban una y otra vez, los primeros inquilinos de esta nueva etapa del hogar de atención a ancianos, ubicado entre la Urbanización Mediterráneo y San Antón, ocuparon en febrero las instalaciones, preparadas para atender día y noche a 120 personas. Hasta finales de mayo está previsto que se cubran todas las plazas, de manera paulatina, según las asigne el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS). Mientras, el centro de día comenzará su andadura para otras 60 personas. Las habitaciones disponen de un baño adaptado y están compuestas de cuatro plazas. Además, las instalaciones tienen una serie de estancias comunes, como enfermería, área de consultas, salas de terapia ocupacional, zona de actividades, gimnasio, cocina, peluquería, lavandería y oficinas.
Servicios Sociales pide al Gobierno de Cartagena una moción por las denuncias en Fuente Cubas
Carmen Martín exige a la Consejería de Familia que «depure responsabilidades por las quejas tan graves que han hecho usuarios de la residencia de mayores».
La concejal delegada de Servicios Sociales y Mediación Social, Carmen Martín, muestra la preocupación del Ayuntamiento de Cartagena “por la situación que se ha denunciado en el día de hoy por parte de los usuarios de la Residencia de Fuente Cubas. Así, voy a pedir a los grupos municipales que sustentan al gobierno local (PSOE y MCC) que se registre mañana una moción, para que sea debatida en el pleno de la próxima semana, instando a la Consejería a dar información sobre las denuncias de los usuarios del centro”.
“Desde el Gobierno de Cartagena vamos a exigir a la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades que depure responsabilidades por las denuncias tan graves que han hecho usuarios de la residencia de mayores de Fuente Cubas”, añadió la concejal de Servicios Sociales.
“El Gobierno de Cartagena no va a tolerar, que los mayores del hogar de Fuente Cubas sean tratados de manera inadecuada, en un servicio que aunque externalizado, se presta sustentado con fondos públicos”, explicó Carmen Martín.
La concejal lamenta que “esta infraestructura que ha estado cerrada durante 11 años, esté generando este tipo de quejas y denuncias de los usuarios a los pocos meses de su reapertura. Desde la Consejería no se nos informó en su día de las condiciones de adjudicación de la Residencia, ahora por desgracia comprobamos que las denuncias se acumulan por el mal servicio de la adjudicataria”.
Martín aseguró que la Concejalía de Servicios Sociales va a solicitar “de manera urgente” una visita al centro para comprobar el funcionamiento de la residencia y para recoger directamente las denuncias de los usuarios.
Comentarios
Aún no hay comentarios